Cuidar la vida empieza por dentro

Cada 29 de septiembre celebramos el Día Mundial del Corazón, una oportunidad para detenernos y recordar que nuestro corazón es el motor que mantiene todo en marcha. Esta iniciativa global, liderada por la Federación Mundial del Corazón y respaldada por la OMS, busca inspirarnos a tomar decisiones más conscientes y a construir entornos que favorezcan la salud cardiovascular.
No se trata solo de prevenir enfermedades, sino de garantizar que cada persona tenga la posibilidad de vivir una vida plena y activa. En el mundo, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte: 17,9 millones de vidas se pierden cada año, lo que representa casi un tercio de todas las muertes. Lo más doloroso es que la mayoría de estos casos podrían prevenirse con hábitos más saludables y detección temprana. Países con menos recursos son los más golpeados, pues el acceso a diagnóstico y tratamiento oportuno es limitado.
Esta realidad nos recuerda que la salud del corazón no es solo un asunto personal, sino también un desafío de equidad y justicia social.
En el Perú, el panorama refleja esta tendencia global. La hipertensión afecta a más del 20 % de los adultos, el sobrepeso y la obesidad están en aumento, y el diagnóstico tardío sigue siendo frecuente. Sin embargo, el país cuenta con un centro de referencia de alta complejidad: el Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) de EsSalud, que lidera el tratamiento de enfermedades cardíacas complejas y procedimientos de alta especialización. INCOR también impulsa campañas de prevención y detección temprana, recordándonos que la solución no solo pasa por infraestructura, sino también por educación en salud.
La tarea pendiente es expandir estos servicios y campañas a nivel nacional, para que no solo Lima, sino todo el país tenga acceso a detección y tratamiento oportuno.
Las enfermedades del corazón —como la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardíaca y las arritmias— no tienen por qué ser una sentencia. Podemos reducir el riesgo si adoptamos pequeños cambios: hacer ejercicio al menos 30 minutos al día, elegir comidas más naturales, dejar de fumar, controlar el estrés y acudir al médico de manera preventiva.
Cuidar el corazón es un acto de amor propio y de responsabilidad hacia quienes dependen de nosotros.
Hoy, en el Día Mundial del Corazón, te invito a reflexionar y a tomar una acción concreta: agenda ese chequeo pendiente, motiva a tu familia a moverse, comparte información que pueda salvar vidas.
Si cada uno de nosotros da un paso hacia un estilo de vida más saludable, reduciremos el impacto de estas enfermedades y construiremos un futuro donde vivir más y mejor sea posible para todos.
Nuestro corazón late por nosotros; que nuestras decisiones también latan por él.

@sandrostapleton

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