Cultura digital e industria nacional
Hay acontecimientos que para la denominada “gran prensa” seguramente “no venden o no dan rating”, por lo que quedan ignotos ante el público consumidor de los medios de comunicación tradicional, mas no así para el ciudadano que busca informarse a través del periodismo virtual. Uno de ellos es, por ejemplo, la noticia de la alianza entre dos peruanos que se han hecho de abajo y que –pese a los problemas económicos que rodearon a su niñez y juventud–, eso no fue óbice para que hoy sean ejemplo del éxito emprendedor.
Uno de ellos es Fidel Gonzales, presidente fundador de Intellectun, asociación educativa desde la cual se habló de la “cultura digital” mucho antes que otros lo hicieran, y él en lo personal lo hizo veinte años atrás, tema que después se popularizó bastante y ya casi nadie deja de mencionarlo en diversos foros y conferencias. El otro peruano exitoso es Ángel Quiñones, persona que llegó a Lima desde los suburbios más necesitados de Chimbote y que encarna las dotes de un inventor, talento que lo puso en práctica hasta llegar en la actualidad a ser un industrial que, con tecnología nacional, fabrica pizarras digitales interactivas denominadas Oliboard.
He ahí el gran logro de su encuentro y de su fusión que consiste en unir la capacitación y la innovación para ponerlas al servicio de los más jóvenes de nuestro país. Es decir, un conferencista internacional en el tema de la cultura digital y un emprendedor creativo juntan sus esfuerzos para acercar sus conocimientos a las instituciones educativas, profesores y estudiantes de los lugares más alejados de nuestro país con el objetivo de que no se queden rezagados tecnológicamente frente a otros sectores con economía más acomodada.
Para esto, ellos ponen en ejecución un plan anual de visitas a instituciones y gremios de educadores con el objetivo de promover e incentivar la cultura digital y el aprendizaje mediante la herramienta de una pizarra inteligente (Oliboard), dejando atrás la tiza que era un agente demoledor para la salud de los maestros y escolares, peor para los niños con asma, como también queda atrás el clásico plumón tóxico sobre moldes acrílicos.
Esta iniciativa privada con valores debe repetirse más seguido, a la par que se demuestra con ella que hay peruanos innovadores y a la vez activos emprendedores, como Fidel Gonzales y Ángel Quiñones, que dejan atrás los consabidos discursos y se fajan en el terreno de los hechos conjugando grandes esfuerzos en favor del desarrollo digital de nuestro país, entregándonos al mismo tiempo un modelo de responsabilidad social y una visión inclusiva respecto de la tecnología educativa.
¿Algún medio ha dado a conocer las peripecias de cómo se hicieron estos dos peruanos y lo que tuvieron que batallar para salir adelante? Ninguno. ¿Es que más vende el reportaje del delincuente más avezado y el sadismo de un antisocial que no edifican en nada a una nación, sino que solo representan el delito y la muerte? Démosles a los más jóvenes paradigmas de trabajo, disciplina y honradez para alentar a más peruanos a ser “hacedores”, tan brillantes como los del sudeste asiático o los países nórdicos, pues no por gusto provenimos de una civilización tan grande y aleccionadora como la inca.
@RRomeroVISTO