Dakar 2019: Rugiente, fugaz y bueno
Concluyó el Dakar 2019 en el Perú, y no con malos resultados, con el orgullo de haber contado con competidores nacionales de buen nivel, como el gran Nicolás Fuchs. Económicamente bueno, pues nos ha dejado dividendos.
Pero, como que se nos pasó muy rápido, cual ganador de la edición número 41 del Rally Dakar 2019, Nasser Al-Attiyah, tal vez porque las pantallas y micrófonos más estuvieron y están en el acontecer político y social. Así se cerró el telón de este rally siempre complicado, donde sea, con la peligrosidad y sobrevivencia que son característica propia de aquel logotipo que simboliza velocidad, polvaredas y dunas.
Dura competencia mundial que siempre pone a prueba los motores, las suspensiones y a las personas. Con abandonos, heridos y muertos (que felizmente no se dieron en esta jornada), consolidando una casi aventura medieval, cruzando desiertos en ruta al tercer milenio, con ese logotipo o diseño de presentación en base a unas rayas irregulares que forman a un nómada del desierto.
Pues bien, tras todo ello donde la fanaticada siempre estuvo presente, nos quedan ciertas imágenes y palabras de algunos participantes. Palabras autorizadas como las del francés Stéphane Peterhansel -el piloto más laureado del Dakar, ganador de trece títulos- quien espera que la competencia vuelva en los próximos años a realizarse en África porque añora el espíritu de la carrera cuando atravesaba el desierto del Sáhara.
Otra objeción de los participantes fue el tema de la hoja de ruta, sin avisos o notificaciones que los dejaban ‘ciegos’ en pleno arenal de esas dunas nuestras, tan bellas como letales. Ello también representaba la falta de datos, también nos dejaba mal como organizadores.
Bueno, siempre hay variables en todo proceso, siempre habrá fallas o errores por corregir, pero al final, el balance es positivo, deportiva, económicamente; con nuevas figuras que se proyectan luciendo nuestro estandarte bicolor. Muy bien.
