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De águilas y serpientes

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Fecha Publicación: 29/07/2025 - 21:30
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A propósito del 204º. aniversario de nuestra independencia, ¿será cierto que los peruanos nos sentimos orgullos de vivir en este país? ¿Cómo se ama a un país como el nuestro?
En mi caso, aprendí a tener sentimientos por mi país a través de los símbolos patrios, cantar el himno nacional todos los días en la formación del colegio, cuando se paraban los carros al medio día y a las seis de la tarde para que suene el himno en todas las radios, al leer los libros del tacneño Jorge Basadre Grohmann.
Al ser hijo de padres provincianos, la peruanidad la entendí como un sentimiento de identidad relacionado al vínculo que había con los orígenes de ellos, unido a las tradiciones que a través del tiempo me enseñaron, que siempre estuvieron vinculados a un futuro que apuntaba a un mismo sentido.
Otros, no es mi caso, dicen tener su primer acercamiento con el Perú a través de la tierra por haber crecido en el campo.
Sin embargo, hoy la falta de confianza en el país a empujado a miles de peruanos a buscar oportunidades en el extranjero.
Hasta la primera mitad de 2024, se registraron más de 184,000 compatriotas que partieron y acumularon al menos un año sin volver al Perú, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Y esta voluntad de emigrar al extranjero está presente en la mayoría de los peruanos, como identificó la encuesta de Ipsos, donde el 57% de la población indicó que estaría dispuesto a irse del país en caso pudiera.
Está claro que la búsqueda de mejores oportunidades es el principal motivo para querer irse, esto es producto de la ausencia de decisiones acertadas de los últimos gobernantes pues no se han atendido los principales problemas del país.
Digámoslo así, nuestro país no se deja querer a pesar de muchos esfuerzos para hacerlo atractivo.
En este punto, la educación debe cumplir un rol clave, y así lo resumía el gran intelectual peruano Víctor Andrés Belaunde: “El ideal de la educación es no solo formar hombres inteligentes, preparados y útiles, sino patriotas, imbuidos de un sentimiento intenso de adhesión a la tierra nacional, con una filial de cariño por sus tradiciones, y una clara y entusiasta visión de sus grandes destinos”. ¿Podrá con este reto el Sutep?
De águilas y serpientes
Escuché hace poco a un Youtuber, a quien se le escapaba la lengua en contra de un gran periodista y amigo y solo puede decir; sé cómo el águila que no discute con serpientes no porque no pueda sino porque no le da la gana de bajar a su nivel a perder tiempo. Para qué explicarle tu vuelo a quien nunca ha despegado, y nunca podrá mirar el mundo desde lo alto, mientras tú vuelas, ella se arrastra, critica, ataca, y te tiene envidia.
No soporta verte bien, no necesariamente porque le hiciste daño, sino más bien porque tu vuelo le recuerda que nunca despegó. Critican y solo atacan, no buscan la verdad, solo buscan arrastrarte a su nivel porque así ellos pueden sentirse superiores, pero tú no, viniste a caerle bien a todos, o ser serpiente, por el contrario, viniste a volar como águila que eres.

Por Gustavo Martínez V. 

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