De Doctor TV a Robin Hood
En su alocución dirigida a edulcorar la fatídica prórroga de la cuarentena que sumará 55 días, el presidente Martín Vizcarra trocó el personaje de “Doctor TV del mediodía”, -con el que viene obteniendo un 87% de aprobación, según la Encuesta Telefónica de Ipsos – por el de “Robin Hood”, al hacer el anuncio de dos medidas que son las dos caras de una misma moneda: por un lado, un “Impuesto de Solidaridad” que “traslade recursos de los que más tienen a los que menos tienen”; por otro lado, un “Bono Universal Familiar” de S/ 760 destinado a 6.8 millones de familias que se ganan la vida en el sector informal, al que pertenecen tres de cada cuatro peruanos.
No existen dudas de la popularidad de la que goza el célebre bandido de los bosques de Sherwood, que asaltaba a los ricos para repartir entre los pobres; pero tratar de imitarlo para blindarse del enojo que se va a generar cuando el Ejecutivo observe el proyecto de ley del Congreso, que dispone el retiro del 25 % de las AFP -cuyo plazo vence el 29 de abril- es demasiado.
Claro que hay que disimular el fracaso la estrategia del Martillo y la Danza, sea porque se necesita una comba o sea porque el gobierno no compró oportunamente pruebas moleculares, camas UCI y ventiladores mecánicos. Además, puede haber influido en este cambio de personaje el ejemplo de su colega argentino, el peronista Alberto Fernández, quien está recogiendo réditos al plantear un “impuesto Patria” que gravaría a los 12 mil argentinos más ricos. En esa misma línea anduvo en el 2015 el presidente ecuatoriano Rafael Correa, que intentó, sin éxito, crear un nuevo impuesto a los bienes inmobiliarios y a las herencias.
Quizá no es mera coincidencia, ya que el asesor de Vizcarra en temas de estrategia e imagen, don Maximiliano Aguiar, no solo es argentino y admirador del general Juan Domingo Perón, sino que también asesoró al presidente Rafael Correa, según el embajador Eduardo Ponce.
El PCM, Vicente Zeballos, intentando granjearse la simpatía del Congreso para la autorización de facultades legislativas, señala que no será un impuesto a la riqueza, sino a los mayores ingresos, y que será “temporal”. Enrique Vejarano, tributarista, señala que la puntería esta puesta en los 126 mil peruanos de clase media cuyos ingresos superan los S/ 10 mil -que aportarían el 10 %-; y luego los que ganen S/ 20 mil -el 20 %-; y así progresivamente.
Por su parte el BCR, que propuso el Plan Reactiva Perú hace un mes (27/3/2020), y los bancos privados, han estado a la altura del reto de inyectar liquidez a las empresas para mantener la cadena de pagos. En las subastas realizadas por S/ 8,000 millones, las tasas variaron desde 0.79% hasta 2.99%, lo que arrojó una tasa promedio de 1.075%, que si se descuenta la tasa de referencia del BCR de 0.25% se obtiene que los bancos en total sólo cobrarán 0.825%. Y se suma un excesivo 0.5% de COFIDE, que encarece la tasa a 1.575%.
Lo que sí merece una reflexión de parte del presidente de ASBANC, Martín Naranjo, es que hasta la fecha el 87.5% de los primeros S/ 8,000 millones adjudicados serán destinado a préstamos para la mediana y gran empresa y brillan por su ausencia en la cartera de la banca, un mayor número de pymes.
