Declaren persona non grata a la cónsul boliviana para que no vuelva
Es absolutamente incomprensible que la Cónsul General de Bolivia en Puno, señora Lidia Patty Mullisaca, haya permaneciendo al frente de esa Misión consular por casi 14 días y ahora frescamente, sin que sea retirada como lo pidió la Cancillería peruana, solamente volverá a su país para informar acerca de lo sucedido y, en consecuencia, conforme el comunicado de su Cancillería, se efectúe la evaluación que consideren. Esto último es realmente una burla.
Lo es porque nunca le fue extendido el denominado exequátur, que es la pieza que permite el ejercicio de la función consular en el Perú, de conformidad con el artículo 12 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963. La Cancillería peruana solicitó a la Embajada de Bolivia que la retire y eso no ha sucedido. La señora Mullisaca se ha mofado a sus anchas de nuestras autoridades. Lo que debió hacerse al haber transcurrido más de una semana de la negatoria del referido exequátur era declararla PERSONA NON GRATA conforme el artículo 23 de la referida Convención de Viena y darle el plazo de 72 horas para que abandone el país. Ahora habrá que hacerlo para que no retorne porque -insisto- no ha sido retirada tal como lo pidió el Gobierno del Perú. Nuestra soberanía llena de dignidad nacional se respeta y debe ser preservada impoluta.
La señora Mullisaca por ningún motivo debió siquiera pisar suelo peruano, es decir, apenas Bolivia remitió a Lima la carta patente o la notificación de nombramiento en que se consigna la información básica de la futura funcionaria consular, debió ser investigada y, por tanto, prohibir su ingreso al país. ¿Qué ha pasado, entonces, para que la Cancillería acepte su venida al Perú? Torre Tagle debe responder con claridad y precisión porque pareciera haber desidia en este acto insólitamente permisivo de ingreso en el país que no debe confundirse con el permiso para ejercer la función consular. La relación consular no es de naturaleza diplomática sino administrativa.
Las dos son muy importantes para la mejor vinculación entre Estados. Cuando se produce la ruptura de relaciones diplomáticas casi siempre subsiste la consular que siendo la única en la relación bilateral, adquiere la mayor importancia como es el caso de Bolivia y Chile que han cumplido 45 años de la referida ruptura diplomática. No se debería permitir que la señora Mullisaca, aunque haya sido instruida para replegarse a su país, siga conservando el cargo de cónsul de Bolivia en Puno. Ella es miembro del Movimiento al Socialismo que lidera Evo Morales, y no debe ser difícil advertir que coadyuva en el plan anarquista y secesionista de Morales que mira con obsesión el sur del Perú, queriendo incorporarlo al Runasur, su proyecto geopolítico sin pies ni cabeza que sirva a sus planes de volver a la presidencia de su país.
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