¡A defender la Constitución!

La vicepresidenta y ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Boluarte, afirmó -el último fin de semana- que “la madre del cordero” es cambiar la Constitución, a fin de modificar el capítulo económico de esta. Los zurdos de Perú Libre pretenden que el inútil y corrupto Estado vuelva a ser empresario, tal y como ocurrió en el desastroso velascato. Si lo logran, se vienen tiempos recios porque lo único que ha permitido el desarrollo del país es el modelo de economía social de mercado (no se puede hablar de libre mercado porque aún hay que flexibilizar el ingreso de nuevas empresas en ciertos sectores para romper oligopolios). ¿Se imaginan, además, lo que sería tener a la banda de los ‘Dinámicos del Centro’ manejando compañías estatales? ¡Millones de soles de todos los peruanos destinados al clientelismo del Gobierno del ‘Sombrero Luminoso’!
No hay que olvidar que Boluarte, pese a que no afronta ninguna investigación por este caso, abrió una cuenta mancomunada con Braulio Grajeda para pagar parte de la reparación civil de Vladimir Cerrón, en pos de evitar que el castrochavista retorne a la cárcel. De acuerdo a la Fiscalía, el presunto dinero sucio que recolectó esta organización criminal enquistada en el Gobierno Regional de Junín -y cuyo líder sería Cerrón- fue utilizado para financiar la campaña que llevó a Pedro Castillo a la Presidencia y, en efecto, para pagar los procesos judiciales en los que están inmersos los integrantes de esta supuesta mafia.
Pese a la amenaza velada, en tanto el congresista Guillermo Bermejo -procesado por terrorismo- avanza en la recolección de firmas para un ilegal referéndum con el que se busca instalar una asamblea constituyente para cambiar la Carta Magna, los parlamentarios -salvo gratas excepciones como Adriana Tudela y algunos otros- declaran en medios fungiendo de analistas políticos. Lo que tendrían que hacer es censurar, de una vez por todas, al provocador profesional Guido Bellido, quien es investigado por apología al terrorismo, terrorismo y lavado de activos. Ir censurando a ministro por ministro es una necedad porque la mayoría de los miembros de este Gabinete o son filoterroristas o son unos incompetentes para el cargo. Y, si Castillo pretende hacer que el Legislativo queme esa bendita “bala de plata” nombrando a un Consejo de Ministros peor (¿habrá algo peor que “eso”?), llegará el momento de ir por la vacancia presidencial.
Ello, sin embargo, no ocurrirá por lo pronto, así que seguiremos viendo cómo Bellido conmina a las empresas privadas y aleja, por consiguiente, a las inversiones. Lo del gas de Camisea es solo el inicio. El primer ministro sabe que no podrá “nacionalizar” este yacimiento porque costaría por lo menos 30 mil millones de dólares, de modo que su verdadera intención es instalar el terror económico para que el dólar siga subiendo a niveles históricos. (Si el dólar trepa, los alimentos, como el pollo, se encarecen). Los izquierdistas hoy sentados en el trono necesitan, pues, a más peruanos pobres que culpen al modelo “neoliberal” de todos sus males. Solo así podrán imponer una satrapía comunista.
Nos queda, entonces, defender con uñas y dientes la Constitución. Es por ello que es menester respaldar iniciativas en contra de la asamblea constituyente como la de Lucas Ghersi o como la ley aprobada en el Congreso que limita el uso de la cuestión de confianza por parte del Ejecutivo. A su vez, las movilizaciones ciudadanas no pueden terminar: ¡si nos cansamos, perdemos el país!

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