Defensoría del Pueblo y eutanasia
La Defensoría del Pueblo ha pedido al Estado Peruano reconocer el derecho a la eutanasia, es la primera vez que de manera “oficial” se realiza esta solicitud, y resulta irónico que sea justamente esta institución que debería velar por los derechos de las personas, quien se constituya en detractor del fundamental y más valioso de los derechos humanos: el derecho a la VIDA.
Como es lógico, la Defensoría ha recurrido a la sinrazón, para justificar esta solicitud, es decir a motivaciones afectivas y emotivas, como se hace también cuando se quiere negar el derecho a la vida de los seres humanos en el vientre de su madre, recurriendo, en estos casos, al drama de la violación y otros parecidos: no para acabar con el VIOLADOR, sino con la vida de la persona más indefensa, en niño por nacer.
Respecto al “caso” que avala la Defensoría, lo justifica en el hecho de que la persona en cuestión, según la prensa: “Padece de una enfermedad que ha degenerado los músculos de su cuerpo y que necesita estar muchas horas al día con respiración asistida. Necesita de terceros que la ayuden en todo, desde lavarse los dientes, bañarse, movilizarse, cambiarse, recibir su medicamento hasta seguir un doloroso tratamiento”.
Pero la persona está totalmente lúcida, al punto que escribe un “blog” que, lamentablemente, no es un canto a la vida, sino una reiterada invocación a un derecho que no existe: “el derecho a morir”. ¿Es el papel de la Defensoría sumir, más aun, a esta persona en la desesperanza, o no será más bien la de acompañar, invocar, dar fuerza y animarla a vivir?
Por otra parte, ¿se ha preguntado la Defensoría cuántas personas viven en esa situación y aún en peores circunstancias, solas y abandonadas, para alcanzarles la debida ayuda? ¿Habrá visitado, la Defensoría, barrios empobrecidos, centros de reposo, orfanatos, centros psiquiátricos, hospitales, etc., para llevarles bienes materiales y fuerza espiritual? Tal vez afirme que no es su rol. ¿Pero si es su papel ayudar a SEGAR VIDAS?
Es claro que la Defensoría no es consciente de cuántas pedidos más de eutanasia tendría que INVOCAR al Estado Peruano, si empieza a caminar por el camino oscuro de la muerte; porque el dolor y el sufrimiento humano son parte de la vida de TODOS y no podemos pretender borrar de un brochazo, las SOMBRAS del hermoso paisaje humano que es la VIDA.
¿Existe una persona en este mundo que QUIERA SUFRIR? NINGUNA, señores de la Defensoría. ¿Qué van a hacer entonces? ¿Solicitar al Estado la eutanasia, para todo aquel que sufra un dolor de cabeza o hasta un resfriado –porque hay personas, sobre todo algunos varones- que no aguantan un dolor de cabeza ni un resfriado y preferirían MORIR?
“Muerte digna” le llaman los manipuladores del lenguaje y además de justificaciones emotivas y afectivas -porque racionales no tienen- apelan al ejemplo de países “desarrollados” como Suiza, Holanda, Canadá, etc. La típica huachafería, si no fuera porque se trata de que la DEFENSA DE LA VIDA es un tema fundamental.
Les recomiendo vivamente leer “El hombre en busca de sentido” de Vicktor Frankl, quien como JUDÍO, vivió los horrores de los CAMPOS DE CONCENTRACIÓN en la Segunda Guerra Mundial; pero que nos enseña cómo la fuerza del espíritu y el corazón es capaz de superar el sufrimiento, el dolor y la pena; pero sobre todo, a VIVIR para solidarizarse y ayudar a encontrar el sentido de la vida a los demás, aun en los peores momentos.
(*) Profesora CENTRUM PUCP
