Del centro y el sur

Mañana, 24, es día que marca la llegada del Sol Joven que trae la renovación y fertilidad. Los incas lo recibían con el Inti Raymi, celebración que no ha perdido vigencia y motiva esos desplazamientos de tono turístico que traen hasta el Cusco importante y transitoria población que disfruta la escenificación que recuerda evoca la ceremonia que encabezaba el Inca. De premio tienen la histórica capital del Imperio con su arquitectura monumental tradiciones artesanías música y todo ese mestizaje de costumbres gastronomía y diversión. Nosotros, en Crónicas y Retratos con entusiasmo recordamos el solsticio comentando dos exposiciones. Los colores de mi tierra, de Gabriela Mamani Quilcca, puesta en el Centro Cultural de la Universidad Nacional San Agustín, Arequipa; y, gam klutier obras nuevas; así en minúsculas, en el Centro Cultural El Olivar, de la Municipalidad de San Isidro, Lima. Artistas que en su obra no necesariamente mencionan la fecha pero es obra en que tienen viven reconocen un vínculo directo con el Perú. Gabriela ha tomado como tema la mujer peruana, su belleza, el movimiento en las danzas, las formas y detalles en los trajes regionales tradicionales. “Obra que podría encajar en un estilo que llamaría neo costumbrista en que estos motivos y colores tienen una estética más actual, menos convencional. El desafío ha sido tomar un tema que puede parecer común y acorde con mi lenguaje visual, transformarlo en algo único, evitando que quede como una pieza decorativa sin mayor profundidad”. Arequipeña de ancestro puneño tiene por sus padres raíces quechua y aymara. Pintora, ha experimentado con acrílico, témpera, acuarela, caseína, lacas, pero “sin duda el óleo es el que mejores resultados me brinda, ya que su lento y aletargado secado me permite trabajar por capas, aportándome libertad para generar atmósferas específicas”. Gabriela comienza su trabajo tomando fotografías durante las danzas “buscando registrar un instante significativo, luego estudio la composición como si ensamblara un collage, reorganizando las gamas más efectivas. Etapa que es un juego de exploración y ensayo hasta que logro una propuesta personal y sólida”. Agrega, “el uso de delicadas veladuras me facilita lograr matices más precisos especialmente en los rostros”. Un además, “en su momento, el uso de lacas fue clave para continuar mi exploración cromática, su transparencia y brillo resultan

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