Del comunicado a la acción
En el 2002, Venezuela tuvo la ocasión de librarse de la tragedia chavista en la que está sumido desde hace veinte años. Lo que empezó con un par de paros nacionales y movilizaciones ciudadanas derivó al final en un Caracazo cívico-militar que puso al régimen de Chávez al borde del precipicio y a éste casi en la escalinata del avión que lo deportaría lejos de la Patria de Bolívar. Errores de los líderes de la insurgencia y la clásica torpeza de la Casa Blanca que apoyó diplomáticamente el levantamiento hizo que el mismo fracasase en 24 horas y que Venezuela se convierta en la zona de catástrofe que es hoy día. En el intento de rescate democrático del 2002, tanto la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) cuanto la Federación de Cámaras (FEDECÁMARAS) jugaron un papel protagónico ante la bancarrota en que se hallaba la partidocracia venezolana.
Traemos a colación este hecho porque frente al absoluto desgobierno y descrédito de los partidos políticos que padece el Perú, finalmente –y, por primera vez-, el Empresariado Nacional de todos los tamaños y colores ha decidido organizarse alrededor de “Empresarios Unidos por el Perú” y salir al frente con una sola voz. Ya van dos comunicados públicos firmados por doscientos gremios, cámaras, asociaciones y conglomerados que agrupan a empresarios y emprendedores de todas las regiones y los sectores económicos del país. En el primero, del mes de abril pasado, repudian el nefasto proyecto oficialista de la Asamblea Constituyente y la rampante corrupción castilleja y, en el segundo, de unos días atrás a raíz de la más que sospechosa remoción del sexto ministro del Interior, manifiestan, literalmente, que “(…) de corroborarse la obstrucción a la justicia por parte del presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, debe dar un paso al costado por la incapacidad moral demostrada en el manejo del gobierno y si no escucha la demanda será el Congreso de la República quien debe asumir su rol de equilibrio de poderes y su responsabilidad frente a la historia y demostrar que no se encuentra coludido con las más altas esferas del gobierno”. Imposible emplazamiento más claro y directo.
Es poca la esperanza que nos inspira el Parlamento y mucho menos el régimen de turno inepto, falaz y corrupto. Pero, si al ya decidido actuar de la Fiscalía de la Nación se suma unido el Empresariado del Perú que es el verdadero motor del funcionamiento del Estado, entonces sí que empieza a verse luz al final de este malhadado túnel. ¡AMÉN!
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
