Demasiada amnesia, presidente Vizcarra
Un hombre de absoluta confianza del entonces candidato presidencial Pedro Pablo Kuczynski –posteriormente elegido primer mandatario– fue Alfredo Thorne Vetter. Y precisamos el pretérito pasado porque ha salido a desmentir una información oficial entregada por el partido Peruanos por el Kambio PpK al Jurado Nacional de Elecciones –y reproducida, no inventada, hace pocos días por este periódico–, según la cual Thorne y su esposa habían donado doscientos mil soles cada uno a la organización partidaria que orquestó la campaña electoral de Kuczynski. Resulta entonces más que evidente el malestar expresado por Thorne a través de las redes sociales al ver impreso su nombre, y el de su esposa, como aportantes de doscientos mil soles a nombre de PpK, sobre todo siendo falsa la información proporcionada al JNE por la citada agrupación. Al final del dia, por más que él o los responsables fueran terceros, es evidente que Thorne debe haberse sentido maltratado por el dueño del pastel: Pedro Pablo Kuczynski.
De otro lado César Villanueva, presidente del Consejo de Ministros y consecuentemente brazo derecho del jefe de Estado Martín Vizcarra, a la pregunta “¿Qué opina sobre la confesión de un testigo protegido quien habría confirmado la entrega de US$ 100 mil para la campaña electoral de Pedro Pablo Kuczynski, ocurrida en presencia suya y de la vicepresidenta Mercedes Aráoz por un integrante de la constructora CASA conformante del mafioso Club de la Construccion?”, muy suelto de huesos respondió que: “De haber cometido el presidente algún tipo de infracción, como cualquier peruano está obviamente obligado a ponerse a derecho”. En otras palabras, el premier ha dejado suelto al Presidente frente a una oposición hastiada por el discurso falsete del mandatario, en lo que a su liderazgo sobre la lucha anticorrupción compete. Las mentiras –dizque olvidos– del actual inquilino de Palacio de Gobierno forman parte medular de esta pose anticorrupción. Desde cuando negara haberse reunido con Keiko Fujimori, pasando por aquel “no sabia que Odebrecht formaba parte del Consorcio IRSA” al cual la empresa de Martín Vizcarra y su hermano alquilaran maquinaria para construir la corrompida Carretera IRSA Sur; como tampoco se acordaba el Presidente haber sido apoderado de Graña y Montero para una obra en Moquegua, ni haberse consorciado con esta misma para otro proyecto. El presidente Vizcarra no recuerda entonces nada. Claro, nada que revele que estuvo vinculado a Odebrecht y/o a sus asociadas. Asimismo no rememora cuando le enrostran haber estado presente en la residencia del candidato (para el repechaje) Pedro Pablo Kuczynski, junto con Mercedes Aráoz, actual vicepresidenta suya, recibiendo un donativo de US$ 100,000 cortesía de la constructora CASA –que igualmente integra el Club de la Construcción–, a la cual el gobierno Kuczynski-Vizcarra ha entregado múltiples proyectos por alrededor de S/ 1,000 millones, varios sin licitación. Por ejemplo, para la reconstrucción del Niño en el norte del pais. Y menos aún el presidente Vizcarra tiene memoria para acordarse de que, durante su gestion como ministro de Transportes y Comunicaciones, su despacho entregó obras a la misma constructora por unos S/ 400 millones. Demasiada amnesia.