Democracia, Desafección y Sociedades Desconfiadas
El Informe del Barómetro de las Américas 2023 analiza esa democracia que surge en la comunidad, en la poli griega, donde la interacción y confianza entre ciudadanos era fundamental, contacto perdido en las grandes urbes de las sociedades modernas donde la polarización es un obstáculo. América Latina experimenta un preocupante descenso con 48% que apoya y 68% insatisfecho con la democracia, con una preferencia preocupante por el populismo y 77% piensa que los partidos políticos no funcionan.
¿Qué factores desencadenan la desafección a la democracia, aumento de gobiernos autocráticos, populistas, autoritarios y dictaduras en la región?
La falta de inclusión social contribuye a disolver la comunidad y perder arraigo, prevaleciendo un individualismo que aleja a las personas. La desconfianza en la sociedad ha reemplazado la confianza comunitaria, con desafección a la democracia como consecuencia. En el siglo XX, la región experimentó múltiples olas democráticas y retrocesos. La tercera ola alcanza su apogeo tras la caída del Muro de Berlín en 1989, empañada por la persistente desigualdad, pobreza e injusticia.
Son tres los principales factores que contribuyen al debilitamiento e inestabilidad democrática. El personalismo con líderes que buscan perpetuarse en el poder modificando las reglas para la reelección, ejemplos que van desde Rafael Correa en Ecuador hasta Evo Morales en Bolivia. La corrupción que mina la integridad de las elecciones, denigrando la voluntad popular, sumada al fenómeno de Odebrecht con financiamientos ilegales que socavaron la soberanía y respeto por la democracia. Pero las presidencias interrumpidas por corrupción y destituciones del Congreso impiden la continuidad democrática, siendo el golpe de Estado de 2009 en Honduras el hito en la percepción regional.
La recesión democrática se refleja con un constante declive desde 2010 y solo 48% de respaldo en 2023; mientras la indiferencia y autoritarismo ganan terreno. La falta de condena a prácticas no democráticas y polarización ideológica contribuyen a esta crisis.
América Latina, diversa cultural y geográficamente, enfrenta en las últimas décadas una preocupante recesión democrática, aumento de la indiferencia hacia la democracia y una creciente tendencia al autoritarismo. Las dimensiones económicas, deficiente producción de bienes políticos y desplome del desempeño gubernamental son factores que explican estos problemas.
Las recurrentes crisis económicas, sin ser el factor principal, impactan contribuyendo al declive de la democracia al agravar las desigualdades sociales, aumentando las familias en situación de pobreza, generando tensiones y demandas ciudadanas que, al no ser satisfechas, vuelven inelásticas las expectativas de la población.
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