¡Denieguen las facultades extraordinarias!
El régimen Castillo avanza y presiona con la captura del Estado a través de colocar en puestos estratégicos a marxistas y senderistas, fuera de prontuariados por corrupción. En cinco meses este país es otro. Con apoyo de su primera ministra, la chusma se ha apoderado de los accesos a centros mineros destruyendo cualquiera posibilidad para que el país se recupere de la mega crisis generada por el miserable Vizcarra, a través del desmanejo que hizo de la pandemia con el resultado de más de 200,000 muertes y la quiebra de la clase media. Incluso el Perú ha desperdiciado el boom de los precios de los minerales –particularmente el cobre-, mientras todo apunta a que el planeta ya se encamina hacia una nueva recesión. Los escandalosos destapes de las reuniones del mandatario Castillo con proveedores del Estado, que luego resultaron favorecidos con multimillonarias licitaciones con empresas estatales, simplemente han pasado por alto porque el gobierno teflón de Castillo calla en todos los idiomas. Y eso mismo hace esta impresentable Fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos. Con lo cual queda demostrado que ni el gobierno, el Ministerio Público ni el poder Judicial luchan contra la corrupción, el eje del mal que carcome las entrañas del Estado a vista y paciencia de autoridades y cierta prensa que tiene rabo de paja, por sus vinculaciones a casos de podredumbre. De la misma manera, el régimen Castillo sigue impulsando vicios, como la publicidad estatal, las consultorías y asesorías –cuyos presupuestos superan los 10,000 millones de soles anuales- utilizando estas inmoralidades como palanca política para continuar su consolidación con el respaldo de los medios favorecidos y el ejército de ganapanes caviares que medran de los impuestos para “asesorar y absolver consultas”, labor que corresponde –exclusivamente debería de cumplir- la ubérrima burocracia.
Todo esto configura un Estado fallido, cuyos vicios los retroalimenta el propio gobierno como mecanismo de autodefensa para permanecer pegado con baba al poder. ¡Hasta que pronto surja una nueva moción de vacancia! Es evidente entonces que el régimen Castillo –en especial el ministerio de Economía y Finanzas- no solo no hace nada por mejorar la eficiencia del Estado. Vale decir, amable lector, Castillo y su régimen al año lapidarán decenas de miles de millones en ineficiencias que usted las pagará con sus impuestos.
Por eso han actuado bien los señores parlamentarios, haciéndole un gran favor a los maltratados peruanos tras ignorar el pedido de facultades extraordinarias impulsado por este esperpéntico gobierno comunista. Porque Castillo está decidido a continuar robándole, amable lector, a través de tributos que no se destinarán a los fines para los cuales son creados. Impuestos que sólo servirán para amamantar a la corrupción y, a la vez, para mantener groseras ineficiencias, además de usarse para subvencionar a los caviares, esos parásitos que desangran al Estado a cambio de alabar al poder de turno. O, en el mejor de los casos, para aplacar las críticas al régimen vigente.
Compórtense igual en el siguiente pedido de vacancia, señores congresistas.
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