Deontología y práctica profesional
En el Perú no solo se plagia, sino se copia mal de otros países, lo que puede resultar aún más perjudicial. Si nos proponemos resolver nuestros múltiples y complejos problemas, debemos cambiar la manera cómo los encaramos.
La crisis que enfrentamos puede convertirse en oportunidad para implementar cambios sustantivos no solo de formas, sino en modos de comportamiento del peruano dentro de su propia sociedad y en la interrelación con otras naciones.
Desde hace unos años diversas universidades -especialmente las particulares- han encontrado un filón para aumentar sus ingresos, con el otorgamiento de grados académicos como el de Maestría.
¿Cuál es la diferencia entre grados y títulos? El Diccionario de la Real Academia de la Lengua define al grado como el «instrumento que se alcanza al superar cada uno de los niveles de estudio»; y, título «testimonio o instrumento dado para ejercer una profesión».
La legislación peruana incorporó los grados académicos: Bachiller, Maestro y Doctor. En tanto que los títulos profesionales son licenciados para una actividad profesional como la de abogado, médico o economista. Existe la costumbre, importada, de llamar a los médicos doctores. Lo que se ha trasladado incluso a los abogados.
Y si algún abogado quiere darse importancia se hace llamar jurista. La misma denominación de abogado, para quien estudió ciencias jurídicas, es inadecuada. El abogado, como su nombre lo dice, aboga por una causa que por lo general es particular. Entonces un magistrado debería ser un jurista y no abogado. Lo mismo sucede con el asesor jurídico. Estos no deben formar parte del Colegio de Abogados.
Toda esta confusión se hace más notoria cuando, tratando de imitar a lo que sucede en otras latitudes -en las que las universidades no entregan títulos profesionales- en el Perú se exige que para ejercer una profesión se debe estar inscrito en el Colegio Profesional correspondiente.
Y este, a la vez, establece otros tantos requisitos tales como que sean reconocidos por entidades intermediarias como Sunedu. Nada de estos trámites onerosos hace que el profesional sea más eficiente, como tampoco garantiza que pueda ejercer su profesión en el extranjero.
Escribo estas líneas con el respaldo y la satisfacción de ostentar tanto los grados académicos, como una variedad de títulos profesionales. obtenidos en el Perú y en el extranjero, sin haber pagado alguna suma de dinero por ninguno de ellos. He publicado libros para transmitir conocimiento y ejercido la docencia sin afán de lucro.
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