Desafíos de la medicina veterinaria frente al SARS-CoV2
Quien suscribe opina que el desafío real se encuentra entre la población puesto que ya es opcional el uso de la mascarilla cuando sabemos que hay millones de personas que no se han podido aplicar la vacuna o se han negado a ello por ignorancia, sin embargo, frente a este nuevo panorama pues nos queda optar por el raciocinio y seguir cuidándonos mas aun si tenemos comorbilidades, y así no las tengamos cuidarnos por nuestras familias, adultos mayores o familiares oncológicos.
Sin embargo, de este nuevo desafío no están exentos los animales, nos informa el MV. Rodrigo Rondón, director de la carrera de Medicina Veterinaria en la UPC, especialista en animales menores y magíster en ciencias.
En la familia del coronaviridae, una familia de virus ARN con envoltura, con más de doce patógenos específicos de vertebrados. Se caracterizan en su forma por ser partículas pleomórficas de aproximadamente 100 nm de diámetro (rango entre 60 y 220) con proyecciones con forma de garrote en su superficie y llevan un ARN de cadena sencilla (monocatenario)-. Existen diversos tipos como por ejemplo el coronavirus canino que pueden causar diarreas leves en caninos, o el coronavirus felino que puede causar la peritonitis infecciosa felina (PIF), sin embargo ambos de los mencionados no tienen relación con el brote en animal humano es decir la persona.
No existen evidencias científicas que demuestre que la infección SARS.CoV2 se presente en perros y gatos o que ellos puedan ser fuente de infección para el ser humano o para otros animales, al mismo tiempo a la fecha no existe a pesar del avance de estudios científicos desde que inició la pandemia que sugiera que exista un huésped animal especifico como reservorio del virus.
Por otro lado, la Virosis por coronavirus, en perros, humanos y gatos son tan disimiles entre sí, que las vacunas del coronavirus canino que están disponibles en algunos mercados del mundo están destinadas a proteger contra la infección por coronavirus entérico, por ello se sabe que no hay reactividad cruzada contra el SARS-CoV2.
“Los CoV alfa y beta infectan en gran medida a los mamíferos y probablemente se originaron en murciélagos, mientras que los CoV gamma y delta infectan y se originan en gran medida a las aves”.
Una diferencia importante entre la copia de los genomas de ADN y los de ARN es que solo existen mecanismos de corrección de errores en el primer caso. La ausencia de mecanismos similares en la mayoría de los virus de ARN implica que su tasa de mutación es muy elevada, del orden de 10 a 10 errores por nucleótido copiado. Eso supone que, en un virus con un genoma de 10,000 nucleótidos (un tamaño común en este tipo de virus), puede llegar a producirse una mutación cada vez que el genoma es copiado. Como resultado, las poblaciones virales son conjuntos heterogéneos de mutantes distribuidos con distintas frecuencias.
Resulta inquietante que muchos de los virus más difíciles de controlar contengan genomas de ARN: el virus de la gripe, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el del ébola, los coronavirus causantes de síndromes respiratorios graves como el SARS, el MERS o covid-19.
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