Desde 2021 continúa la fuga de capitales de nuestro país
La fuga de capitales es el éxodo de activos financieros y capital de un país debido a diversos factores, principalmente inestabilidad política o económica, devaluación monetaria o aumento de controles de capital. En nuestro país, la principal razón de la fuga de capitales se inició cuando el expresidente golpista Castillo fue proclamado como presidente electo. Tuvimos la mayor fuga de capitales de la historia, tal como manifestó el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, en el último CADE Ejecutivos (noviembre de 2023). En 2021, grandes flujos de utilidades retenidas, inversiones, ahorros, activos y recursos de empresas y personas naturales por US$ 17,161 millones fugaron al extranjero, siendo colocados en el exterior como capitales de corto plazo, depósitos, inversiones o préstamos. Esta situación ocasionó la depreciación del sol, obligando al BCR a ejecutar la mayor intervención de venta de US$ 17,600 millones para frenar la subida del tipo de cambio.
En 2022 continuaron las acciones negativas que Castillo transmitió a los inversionistas y a la población, ocasionando que siguieran fugando US$ 3,643 millones. En 2023, aunque el exministro de Economía y Finanzas, Contreras, indicó que los capitales estaban retornando, según el BCR, salieron US$ 1,685 millones, y en el primer semestre de 2024 han seguido saliendo US$ 423 millones.
En la actualidad, las principales causas de la caída de la inversión privada y la fuga de capitales de corto plazo se deben a nuestro complejo e inestable panorama político, el limitado capital político del gobierno, la enorme fragmentación del Congreso, la incertidumbre política y la falta de una firme institucionalidad. Esta situación se agravará en 2025 por la etapa preelectoral, debido a la increíble cantidad de 35 partidos inscritos y 31 adicionales en proceso de inscripción. También influyen factores como no cumplirse este año con la meta del 2.8% de déficit fiscal, que llegará al 3.3%, y la crisis financiera de Petroperú, que se ha convertido en una grave amenaza para la estabilidad fiscal. Además, la falta de una estrategia del gobierno para enfrentar la gravísima inseguridad ciudadana, que se ha convertido en “terrorismo urbano”, agrava la situación.
Bajo este panorama, la situación descrita, sumada a la incertidumbre sobre la falta de transparencia en la implementación de políticas económicas y las políticas del gobierno respecto a la inversión privada y la gestión fiscal, incrementará la desconfianza de los inversionistas privados, tanto extranjeros como nacionales. Estos buscarán resguardar su patrimonio, al igual que parte de la población con mayores recursos, que intentará poner a buen recaudo sus propiedades, inmuebles o activos financieros. Si el gobierno no toma las medidas urgentes para revertir esta situación, la fuga de capitales continuará, lo cual impactará en nuestro sistema económico-financiero.
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