Desde la terraza
Tener en una entrevista un gato de compañía es tener a mi favor un punto de cercanía y conversación. Con Álvaro de la Puente, no tuvimos uno, fueron cinco de alta discreción. Lorenzo, Yoda, como el maestro de Star Wars, las hermanas Alfa y Omega y la tierna Walkiria, de dos meses, muy despacio se acerca, recibe cariño y se retira para volver. Empezamos a conversar después de dar una mirada a ese paisaje urbano en que ya levantan marca los nuevos edificios que serán los más altos de Lima. En el ritmo de su conversación hay un dinamismo que se hace uno con lo vital de sus gestos con que convierte su obra en “una expresión de arte catártico, arte terapia que le da huella a mi expresionismo abstracto con una lógica sensorial más sensitiva que corresponde con un enfoque psicológico y filosófico del arte abstracto”. Para conseguir el mejor ángulo para su acción gestual coloca las piezas sobre una mesa, puede rodearlas y visualizar el ángulo que será el escogido para aplicar el color. Así, reconoce la importancia de la expresión corporal como parte del lenguaje entre él y su obra que en distintos formatos y soportes tiene esa inmediatez razonada y el impulso espontáneo con los que aborda “el expresionismo, el cubismo analítico, figurativo abstracto, abstracto geométrico y analítico, y expresionismo abstracto”. Emplea distintos materiales para dar el color que usa siguiendo el orden cromático de la Bauhaus; la composición la dictan el color y la mancha, la abstracción pensando en Kandinsky el punto la línea y el plano. Y llegamos a Mark Rothko y su “metafísica del arte”.
Recojo información de su recorrido que empieza muy joven tallando figura humana en piedra de Huamanga con la conducción del maestro Jorge Huamán “Un genio”, dice Álvaro. Con 17 años ingresa a Corriente Alterna; no tienen escultura, centra su atención en la pintura y en la galería del Centro Cultural de la Universidad Femenina, 2015, presenta Imaginario, primera exposición individual. Siguieron Turbamiento, 2017; Autotélico, 2018; Introspección y Sinestesia, y en Bruselas Vibración Cromática; en 2020 Cromático, Acromático. Participa de la segunda, quinta y sexta exposición virtual del colectivo Espacio Convergente; 2022, en Luxemburgo tiene la bipersonal LimaLux con Mathis Tussaint, pintor luxemburgués; en Lima Our abstract con Fiori Bandini.
Hace un par de semanas estuvo en Pintores Anconeros, colectiva que acogió el Yacht Club de Ancón. Un amigo lector de Crónicas y Retratos, vio sus obras, hizo el contacto, combiné el encuentro en su terraza donde veo pintura de varios momentos, los mugs, chopsitos de cerámica estampados con su pintura y poemas pensamientos, conversamos del manejo de su color, la dinámica de su ejecución y que nada en su pintura es improvisado. Álvaro, se declara teórico con una respuesta para cada pregunta. Todo tiene una razón, un motivo y es ese tejido de ideas y acciones que convierte su obra en la pieza de diálogo con el espectador que “debe responder desde su propio universo”. Siendo partidario de lo innovador que rompa con lo establecido no lo es del arte conceptual.
Me es interesante su acción como gestor cultural y su relación con la comunidad, su capacidad para gestionar la agenda que puede poner en acción con Marco Ledesma, su socio en Panorama Multicolor. Propuesta que entiende concebida y ejecutada en el mismo espacio al que será dirigida, no desde una oficina. Se involucra en la creación de talleres para motivar identidad y desarrollar una industria cultural que identifique el hoy, razón por la que valora los grafiti. Sus piezas tienen esa condición de poner vida, despertar comunicación y ser muy buenas como tema que motive una decoración. Álvaro estará encantado de recibir su llamada en el +51 999-049-963.
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