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Desórdenes regionales y oportunidades para el Perú

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Fecha Publicación: 11/11/2019 - 21:30
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El año que está culminando podría denominarse el de las turbulencias latinoamericanas, desde México a Tierra del Fuego. Se ha visto desde decisiones políticas controvertidas hasta serios conflictos sociales desestabilizadores de gobiernos.

México se ha convertido en un destino dudoso para los capitales. Su mandatario, López Obrador, toma decisiones que generan interrogantes, la más significativa en el terreno económico: el inicio de construcción como obra pública de la refinería de Dos Bocas, en el estado de Tabasco, que implica una inversión de 8,000 millones de dólares en un momento en que el negocio de la refinación de petróleo muestra señales de desinversión. En el terreno político, su apoyo a Maduro y ahora a Evo Morales genera desconfianza a los inversionistas.

Brasil, con Bolsonaro al mando del gobierno, de orientación económica favorable a la inversión pero con manejo torpe y confrontacional -hoy con Lula en libertad y radicalizado, que tiene a su favor un amplio sector de la sociedad-, tendrá una oposición muy dura, que le pondrá a su gestión piedras en el camino. Los grandes emprendimientos se pensarán más de una vez antes de hacerse.

Argentina, con el retorno del kirchnerismo encabezado por Alberto Fernández, secundado por Cristina Fernández en la vicepresidencia y Axel Kiccilof en la gobernación de Buenos Aires se presume que librarán una nueva lucha contra acreedores, FMI y empresas de servicios públicos.

Chile, de ser la estrella de la región, en un mes ha pasado a ser un país de estabilidad política endeble. La permanencia de Piñera en el gobierno pende de un hilo y hay presión para reformas constitucionales sobre el régimen económico.

Ecuador, del que -con un Lenín Moreno distanciado de su antecesor Rafael Correa- se esperaba un destino atractivo para las multinacionales, luego de su fracaso en el intento de sincerar el precio de los combustibles ha pasado a una situación de gobernabilidad precaria.

En ese contexto, en el Perú, pasando los temas judiciales de la primera plana a su discusión en el ámbito que le corresponde, podemos ser el foco de atención económica en la región. Queda en manos de Martín Vizcarra la responsabilidad de aprovechar la oportunidad.