Después de esta tormenta, no habrá calma

Desde que inicié a escribir en esta columna, siempre supe que, como en todo, habrá gente que coincida conmigo como también habrán otros que no, es lo normal.

Difícilmente todos coincidiremos en tener la misma opinión sobre los hechos, por más claros que parezcan.

Siempre tocamos aquí 2 tipos de temas, actualidad y economía, alternando semana a semana y buscando siempre dejar una opinión o un aporte para mis lectores. Ahora, creo que más allá de las preferencias políticas o de tendencia económica de cualquier columnista, la coyuntura nos hace construir a todos una opinión con base en hechos objetivos. Veamos.

Olvidemos por unos minutos quién es el actual presidente del Perú, qué ideas defiende y qué políticas de Estado busca implementar, vamos a ver coyuntura país; en este sentido, vemos que los principales sectores económicos están golpeados, con trabas por gestión pública y limitantes importantes a nivel económico y necesitando el apoyo del Estado para seguir siendo el motor de nuestra economía. Por otro lado, tenemos una crisis social que crece a diario, habiendo creado expectativas irreales y ahora, claramente, decepcionándolas.

El buscar gobernar bajo el lema “no más pobres en un país rico” es un problema serio si estamos saliendo del peor golpe económico de los últimos 30 años (sí, la pandemia fue nivel Alan García primer gobierno) y si carecemos de capacidades de gestión para conducir este barco. Ahora, cuando vemos hechos de corrupción, coimas, tráfico de influencias, robo sin ningún tipo de vergüenza, entre otros temas que muestran carencia de moral total, terminamos por cerrar el círculo de destrucción al que hoy nos enfrentamos.

Objetivamente hablando, debemos saber como peruanos que no podemos continuar así, nadie puede estar de acuerdo con ver tanta gente en la miseria y que le hayan ofrecido que de la noche a la mañana eso iba a cambiar porque en un país rico no hay pobres... ¡no es así! La riqueza se logra trabajando, se logran con proyectos que toman tiempo y esfuerzo; peor aún, incentivar a que se le debe quitar a quien tiene más para darle al que no tiene, escuchar frases como “ahora los ricos salen a marchar” como si fuese un revanchismo logrado; eso NO debe pasar y todos debemos estar de acuerdo.

¿Qué hacer? DIVERSIFICAR, señores, no podemos seguir siendo los únicos responsables de nuestros ingresos, diversifiquemos, veamos cómo aseguramos el crecimiento de nuestro dinero en actividades que NO estén limitadas por industria o por país. El Perú no puede parar hasta tener un nuevo Poder Ejecutivo, y nosotros no debemos parar hasta diversificar y así ver de asegurar el crecimiento patrimonial de nuestras familias.

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