Detrás de una lámpara

Solamente la literatura es capaz de brindarnos la oportunidad de recorrer como quien hace una pasantía, en tiempo real y también más allá de él, sobre todo lo que sucede en un hospital, en especial, sobre historias que protagonizan nuestras enfermeras. Rosario Allpas con su libro Detrás de una lámpara, relatos de enfermeras, hace gala de un amplio manejo de técnicas literarias para entregarnos un libro como resultado de un trabajo cuidadosamente preparado para sumergirnos en un mundo que nos llene espiritualmente y nos deleite con cada uno de los relatos.

La escritora Sara Moss-Wolfe afirmó que “Las enfermeras son una de las pocas bendiciones de estar enferma”, agreguemos a eso que son además una fuente inagotable para dar brillo al enorme trabajo que despliegan. Por eso, me alegra que la fuente de inspiración sea el propio centro de labores y los personajes sean quienes dan vida y también quienes testifican la muerte en un hospital: me emociona que este libro venga arropado de utilería médica y mimetizado en pasillos y salas de hospitales. Los trece relatos incluyen como protagonistas a enfermeras y los escenarios donde ocurren las historias son los lugares de trabajo de nuestras heroínas vestidas de fucsia, de verde y de blanco.

Algunos de los relatos tienen un elevado componente de humor, donde la autora hace relucir un tratamiento literario fino y pulcro. Por ejemplo, y como cereza del pastel, menciono el relato que da el título al libro: “Cosas de jóvenes, cosas de viejos, realmente cosas de todos”. Aquí, una atónita lámpara es testigo de todo lo que sucede en la sala de urgencias de un hospital, durante las veinticuatro horas del día. Leyendo esta narración recordé a Florence Nightingale, conocida como la dama de la lámpara, quien escribió un bello poema: “Los heridos en la batalla, en lúgubres hospitales de dolor; / los tristes corredores /los fríos suelos de piedra. ¡Mirad! En aquella casa de aflicción /Veo una dama con una lámpara. /Pasa a través de las vacilantes tinieblas/y se desliza de sala en sala. Y lentamente, como en un sueño de felicidad, el mudo paciente se vuelve a besar/ su sombra, / cuando se proyecta en las oscuras paredes”.

Estamos, no cabe la menor duda, ante un libro muy especial que merece ser leído. Su entretenida lectura resultará en un remezón, un impacto capaz de marcar nuestras vidas. En suma, es un libro escrito para no pasar desapercibido.

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