Día de la Educación Técnica
El vínculo entre el desarrollo de un país y la educación técnico–profesional es una de las fortalezas en países donde la han incorporada al sistema educativo. Son numerosas las experiencias internacionales que así lo demuestran. Sin embargo, el panorama en el ámbito nacional es desolador: abandono total de la educación técnica. Una mirada a las instituciones donde se imparte, llámese Instituciones Educativas Estatales o Institutos Superiores Tecnológicos Públicos encuentra un panorama desolador: escasos talleres y laboratorios (en los pocos que existen: maquinarias y equipos obsoletos), nulos presupuestos para mantenimiento, material consumible sin presupuesto, etc. Por otro lado, maestros desactualizados y desmotivados, padres de familia cansados y sin saber qué milagro más hacer para seguir financiando la totalidad de los materiales de estudio y el poco equipamiento.
Desde el Estado se han empecinado en empequeñecerla, y desprestigiarla para finalmente desaparecerla. Es que esta modalidad de educación requiere un alto presupuesto permanente, solo así constituiría una verdadera apuesta cuyos resultados serían notorios. La ceguera de quienes dan las directrices nacionales es crónica porque no entienden el rol protagónico de la educación técnica en el desarrollo del país, más aún cuando nosotros tenemos una riquísima variedad de productos a los que deberíamos darles valor agregado antes de exportarlos como simple materia prima. Ellos tampoco han entendido que la educación técnica permite desarrollar en los educandos competencias transversales para formar ciudadanía que sea activa en el desarrollo de nuestro país. Sin embargo, no debemos perder el horizonte: la educación basada en los principios de la articulación de la educación y el trabajo es exitosa. Lo demostraron muchos, hace años, como José A. Encinas y las experiencias de contadas instituciones que toman en serio la formación de nuestra niñez y juventud. Y la experiencia internacional es aún más clara como para poder aprender y sacar lecciones de ella.
Por eso, es justa la aspiración de la población a una educación de calidad. Es urgente que esta sea una educación democrática y que contribuya al desarrollo nacional, que esté vinculada al trabajo y optimice todas las potencialidades de la persona, es decir que sirva al desarrollo humano. Esto es una deuda histórica que olímpicamente han abandonado quienes nos han gobernado. Esto sigue siendo una exigencia irrenunciable y permanente.
En este Día de la Educación Técnica saludo el esfuerzo de pocos maestros, quienes. a pesar de todas las adversidades, trabajan quijotescamente porque son conscientes de que su trabajo contribuye significativamente a la formación del estudiantado. y al desarrollo del país.