Día Internacional de la Juventud: presente y motor de cambio

Cada 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud, proclamado por la ONU para reconocer el potencial transformador de las nuevas generaciones y promover su participación activa en todos los ámbitos de la sociedad. Más que una fecha simbólica, es una oportunidad para reflexionar sobre los retos que enfrentan y las condiciones necesarias para que puedan construir un presente con oportunidades y un futuro sostenible.
A nivel mundial, los jóvenes representan cerca de una cuarta parte de la población, pero siguen teniendo una participación política y económica limitada. En América Latina, solo el 4,7 % de los parlamentarios tiene menos de 30 años, lo que refleja una brecha generacional importante en la toma de decisiones. Además, estudios muestran que apenas el 45 % de los jóvenes en la región confía en la democracia, mientras que alrededor del 40 % manifiesta desconfianza en sus gobiernos.
En el caso del Perú, los jóvenes entre 15 y 29 años representan aproximadamente el 23,9 % de la población, es decir, casi uno de cada cuatro peruanos. Sin embargo, el 22,8 % de ellos no estudia, ni trabaja, ni recibe capacitación, lo que limita gravemente su desarrollo personal y profesional. Esta cifra, junto con los problemas de acceso desigual a educación de calidad y empleo formal, configura un panorama que requiere atención inmediata. A pesar de que el voto es obligatorio desde los 18 años, su involucramiento real en los procesos políticos y en la generación de propuestas sigue siendo bajo, lo que debilita su capacidad de incidir en las decisiones que afectan su presente y su futuro.
Es fundamental crear espacios abiertos y competitivos donde los jóvenes puedan ganarse su lugar a través de mérito, preparación y resultados concretos. Esto implica impulsar programas de formación en liderazgo, gestión pública, innovación y emprendimiento, además de establecer mecanismos de mentoría con líderes experimentados que acompañen su crecimiento. También se deben abrir plataformas ciudadanas y digitales donde puedan proponer, debatir y desarrollar proyectos que luego puedan escalar a políticas públicas o iniciativas comunitarias. Así, la participación juvenil no será un acto simbólico, sino una construcción basada en capacidad y credibilidad.
El Día Internacional de la Juventud debe recordarnos que ellos no son solo el futuro, sino también el presente. Invertir en su educación, su salud mental, su acceso a empleo digno y su participación en la vida pública es invertir en el progreso del país. Si logramos ofrecerles las herramientas para desarrollarse plenamente y espacios para demostrar su talento, podremos construir un Perú donde los jóvenes sean protagonistas activos y reconocidos de la transformación social, económica y política que tanto necesitamos.
@sandrostapleton

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