Día Mundial de Concienciación sobre el Abuso de Ancianos
El 15 de junio se conmemora el Día Mundial de la Concienciación sobre el Abuso de Ancianos, una fecha que nos invita a reflexionar y actuar sobre una problemática que afecta a millones de personas mayores en todo el mundo. Este día, instaurado por las Naciones Unidas y la Red Internacional para la Prevención del Abuso y Maltrato en la Vejez (INPEA), busca sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad urgente de proteger a nuestros ancianos del maltrato y la negligencia.
El abuso de ancianos se manifiesta de diversas formas: físico, emocional, psicológico, financiero, e incluso sexual. Muchas veces, estos actos de violencia y negligencia ocurren en silencio, escondidos tras las puertas de los hogares, instituciones y centros de cuidado. Las víctimas, a menudo frágiles y vulnerables, pueden sentirse aterrorizadas, avergonzadas o dependientes de sus agresores, lo que dificulta aún más la denuncia de estos abusos.
Las estadísticas son alarmantes. Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada seis ancianos ha experimentado algún tipo de abuso en el último año. Sin embargo, se estima que, por cada caso reportado, al menos 23 no lo son, lo que indica la magnitud del problema y la urgencia de abordarlo con determinación y compasión.
Ante esta realidad la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha estructurado programas que tienen cinco líneas de acción: impulsar política pública sobre el envejecimiento saludable, crear entornos amigables a todas las personas mayores, armonizar los sistemas de salud con las necesidades de las personas mayores, desarrollar sistemas prestación a largo plazo sostenibles y equitativos, mejorar la medición, el seguimiento y la investigación sobre el envejecimiento.
Uno de estos es el programa “Década del Envejecimiento Saludable en las Américas (2021-2030)”, que aborda los desafíos y aprovecha las oportunidades que presenta el envejecimiento de la población en nuestra región. Este programa es esencial por varias razones: promueve la salud y el bienestar en la vejez; incluye al anciano en la participación activa de la comunidad; aboga por la creación de entornos físicos sociales que apoyen el envejecimiento saludable; lucha contra la discriminación, el maltrato y el abuso hacia los adultos mayores; fortalece los sistemas de salud y cuidado; y destaca la importancia de la investigación e innovación.
Recordemos que los ancianos no solo son una valiosa fuente de sabiduría y experiencia, sino que también merecen vivir sus años dorados con dignidad, respeto y amor. La sociedad tiene una deuda con sus mayores, por eso, es imperativo fomentar una cultura de respeto y que todos nos comprometamos a crear entornos seguros y acogedores para ellos. No olvide que algún día si tiene suerte, usted será el anciano.
@sandrostapleton
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