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Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos 2025

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Fecha Publicación: 07/06/2025 - 22:20
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Cada 7 de junio, el mundo conmemora el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, y en 2025 celebramos su séptima edición bajo el lema “Inocuidad de los alimentos: la ciencia en acción”. Esta fecha busca sensibilizar sobre la importancia de prevenir, detectar y controlar los riesgos transmitidos por los alimentos, promoviendo de este modo la salud humana, el comercio seguro, la agricultura responsable y el desarrollo sostenible.
La inocuidad alimentaria no es simplemente una exigencia técnica, sino una condición esencial para garantizar el derecho a la alimentación segura y saludable, algo que millones de personas en el mundo aún no tienen garantizado. La inocuidad se refiere a la ausencia de peligros físicos, químicos o biológicos en los alimentos, y su relevancia es crítica: cada año, se estima que más de 600 millones de personas enferman por consumir alimentos contaminados y más de 420,000 mueren como consecuencia directa. Esta realidad, que afecta especialmente a niños menores de cinco años, pone en evidencia que no puede haber seguridad alimentaria sin alimentos inocuos.
Desde una intoxicación en el hogar hasta brotes masivos de enfermedades vinculadas a productos contaminados, los incidentes relacionados con la inocuidad pueden presentarse en múltiples formas y escalas, generando no solo costos sanitarios, sino también económicos, sociales y reputacionales.
El lema de este año resalta el papel clave de la ciencia como herramienta para comprender, anticipar y prevenir riesgos a lo largo de toda la cadena alimentaria. Desde el campo hasta la mesa, millones de personas participan en procesos donde la higiene, la trazabilidad y la vigilancia sanitaria son determinantes. Los científicos alimentarios y expertos en salud pública juegan un rol esencial: evalúan amenazas conocidas y emergentes, asesoran a autoridades y empresas, desarrollan normas técnicas y permiten decisiones basadas en evidencia.
En Perú, la inocuidad representa un desafío estructural, pero también una oportunidad. El país enfrenta dificultades asociadas a la informalidad, la falta de infraestructura adecuada en mercados, la debilidad en algunos sistemas de fiscalización y la limitada cultura preventiva en ciertas zonas rurales. No obstante, se han dado avances en los últimos años: la modernización normativa, el fortalecimiento del rol de entidades como DIGESA y SENASA, y una mayor conciencia por parte de empresas agroindustriales que buscan cumplir con estándares internacionales para exportar.
La inocuidad no solo protege la salud pública, sino que también es clave para la competitividad del país en el mercado global. Desde los productores, procesadores, transportistas, minoristas y cocineros, hasta cada consumidor en su hogar, todos somos parte de la solución.
La inocuidad es, en esencia, una forma de cuidado colectivo. Y hoy más que nunca, necesitamos poner la ciencia en acción para proteger la vida.

@sandrostapleton

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