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Dina Boluarte, primera mujer presidente
Del quinquenio 2021-2026, Castillo fue derrocado a los 16 meses: 27% del quinquenio. Toca a Dina Boluarte 44 meses: 73%.
¡73%!: casi todo el quinquenio. Irrenunciable. Renunciar sería comprometer la valía de la mujer peruana en política y aún peor ignorar que la cofundadora del Perú Antiguo fue una mujer, Mama Oqllo.
Dina no tiene conciencia de su fortaleza frente a sus pigmeos opositores: no tiene prontuario ni falta para inhabilitarla, plena legitimidad por elecciones limpias y extremadamente temida por su principal enemigo Williams. Una acusación de ella es cárcel para él.
Williams supeditaba la vacancia de Castillo a la previa inhabilitación de Dina para sucederle como Presidente. El no haberse producido esto, es derrota de Williams, quien pudo ceñirse la banda presidencial por solo breves horas pues tuvo que colocársela a Dina. Las instituciones supranacionales, ONU, OEA, OCDE respaldan a Dina.
Esta «transición» es parecida a la de Vizcarra después del derrocamiento de PPK. Ese primer gabinete le fue impuesto por Fujimori y César Villanueva. Vizcarra pudo sacudirse a los 2 meses.
Dina en parecida circunstancia hará igual. «Su» gabinete actual no ha sido nombrado por ella sino por Williams. Ella pudo designar al premier, que al ser desaprobado por Williams tuvo que remplazarlo por Otárola quien se ha subordinado a Williams como un coronel a su general.
Le tarearon a Dina que ella y sus ministros recorran el país dialogando y anunciando que su gobierno es de transición, limitado a tareas de rutina. Por otro lado, la ultraderecha y la acción política de la fiscal Benavides y de la PNP, han lanzado el sicosocial de que desde el 7 de diciembre último, el símbolo del desgobierno, el desborde de las multitudes, las decenas de muertes y casi 700 heridos, significarían Dina Boluarte.
Esta campaña es costeada por la ultraderecha y planificada por José Williams.
Dina debe mandar al diablo estas estupideces que son: dialogar y hacer la Constitución en el actual desmadre total del país y represión sangrientas, decenas de muertos y centenares de heridos, prohibición del etnocacerismo en las próximas elecciones y apartheid electoral de las comunidades andinas y amazónicas. Todo esto por ahora.
Dina nada tiene que polemizar ni prometer porque no es candidata. Como Presidenta, solo le corresponde hechos: devolver la carretera a las comunidades (Las Bambas), recaudar mínimo el 20% del mineral extraído, actualizar la infraestructura educativa, es decir, millones de puestos de trabajo, etc.
Realizaciones y dejar a la oposición con sus estupideces.