Dina, cada día más gris
Gobernar el Perú es una carrera de obstáculos, todo es complicado, un reto permanente y estamos tan acostumbrados a que nunca se cumplan las promesas que, cuando sucede, la satisfacción y el agradecimiento son inmensos. El gran problema es que son casos muy aislados y lejanos, peor aún ahora, porque, como bien señala Óscar Valdés (Expreso 25/08/24), Boluarte reina pero no lidera ni ejecuta, estamos en modo flotación hasta el 2026, sobreviviendo gracias a picos de la minería, pesca o agroexportación. El nombre de “poder Ejecutivo” le queda inmenso porque este gobierno no hace, solo está.
Uno de sus grandes problemas es que no tiene poder de convocatoria de calidad, salvo honrosas excepciones. A todos les palpita aceleradamente el corazón cuando reciben “la llamada” invitándolos a ser ministros, se les nubla la mente y empiezan a salivar por el fajín. Indistintamente la cartera o la falta de capacidad para desempeñarla no dudan en aceptar. Empero, resulta clarísimo que conocer bien un sector no habilita para liderarlo, se necesitan otras destrezas como valentía, firmeza y vocación de renuncia; saber cuándo decir adiós y salir por la puerta grande.
Pocos meses atrás, José Arista, ante una calificación crediticia negativa por parte de S&P, expresó que tenemos un gobierno DÉBIL, por falta de representación en el Congreso y que ello generaba la inestabilidad política. Días más tarde se disculpó con Boluarte por sus “excesos verbales”. Barrieron el piso con él, pero se quedó, se vendió por un puesto. ¿Qué respeto puede merecer un ministro de Economía con esas calidades personales? ¿Francke al inicio del gobierno? ¿Graham? ¿Burneo? ¿Contreras? Cinco ministros en tres años. Patético. Más frágil que el propio gobierno es el alicaído MEF.
Morgan Quero calificó de “práctica cultural” las violaciones cometidas contra 500 niñas awajún, luego de lo cual recibió ácidas críticas del Colegio Médico y muchísimas organizaciones ciudadanas. La presidenta no emitió opinión, pero su silencio y mantenerlo en el gabinete fue un espaldarazo que a nadie sorprendió. Es su escudero, sobón casi profesional, hasta voceado para reemplazar a Adrianzén.
Leslie Urteaga, aquella ministra que regala dinero para que el cine nacional siga difundiendo odio y mentiras, no negoció con los gremios y operadores turísticos que se declararon en paro indefinido cuando se decidió reestructurar el sistema de venta de las entradas a Machu Picchu, simplemente cedió y dio por terminado el contrato con la empresa Joinnus. Así cualquiera.
Uno de los principales objetivos del MINEM es promover las inversiones mineras, pero no basta identificar proyectos, simplificar las regulaciones o implementar una Ventanilla Única Virtual –que está tomando demasiado tiempo–, es indispensable tener una visibilidad de 360 grados sobre todo lo que afecta al sector y la minería ilegal hoy es el peor enemigo. Ante ello, Rómulo Mucho no puede seguir permitiendo que 25 galerías de Minera Poderosa estén tomadas por bandas criminales desde hace dos años. Responsabilidad del MININTER, pero también de MINEM. Mucho debería hacer una cruzada contra el Congreso por la ampliación del REINFO, pero no parece perturbarle tanto. Mucho ruido y pocas nueces, ministro.
La continuidad y el trabajo en equipo son factores clave para la consecución de resultados. Los continuos cambios de ministros han impedido que se logre mayor ejecución, pero mantener a funcionarios cuya única virtud es la lealtad a Dina, reflejada en una adulación servil sin precedentes, solo le hace daño al país. Sin embargo, dudo que existan profesionales valiosos que quieran quemarse con este gobierno, por lo que solo nos resta tener paciencia y confiar en que los partidos democráticos presenten un candidato único en 2026. No me cansaré de repetirlo.
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