Dina, ¿qué estás haciendo?

El pasado fin de semana jugaba con mi sobrina el popular juego infantil del lobo y la ronda, o el bosque, según otras versiones. “Lobo, ¿qué estás haciendo?” es la pregunta que debe ser sucedida por respuestas risibles, propias de la creatividad infantil o del adulto que desea congraciarse con los niños. El lobo miente con quehaceres imaginarios hasta que finalmente está dispuesto a salir a perseguir a los niños.

¿Dina, tú qué estás haciendo? Mucho cuidado con caer en la operación lógica de que se debe defender a la presidente simplemente porque está siendo atacada por caviares a diestra y siniestra (sobe todo a siniestra). Hay un peligro en el corto y mediano plazo si es que la derecha se presta a ese juego.

Es imperativo recordar cómo llegó Dina al poder. No llegó por milagro o por golpe de Estado como se esfuerzan en manifestar los ejemplares menos elocuentes de a izquierda, con la misma verborrea constituyente que también aseguraba la inocencia de Pedro Castillo. ¡Fue elegida por ellos mismos! Que no se les olvide ni un segundo quién votó por Perú Libre “sin miedo”, “con memoria y dignidad”, o “vigilantes”.

La popularidad de la mandataria pende de un hilo. Al disgusto del país por sus viajes improductivos, presuntamente banales, se ha sumado los cuestionamientos de su hermano, Nicanor, quien habría compartido tiempo y espacio con autoridades que luego se han visto amplia y sospechosamente beneficiadas por el Estado.

¿Qué hace Dina? Responde “criollamente” ante las justas interrogantes que provienen de las investigaciones que más pronto que tarde deberán ser pesquisas. Además, su canciller y embajador en EEUU le renuncian por la fallida reunión bilateral entre Boluarte y Biden, acentuando la futilidad de su gira internacional. Al parecer se trató de un teléfono malogrado como para segur con las analogías lúdicas.

Los viajes sí son importantes, siempre y cuando haya resultados. La premisa caviar es que Dina es un huevo podrido y nadie se le quiere acercar. Le están haciendo la ley del hielo por las muertes en las pasadas manifestaciones. Tiene una tarea difícil, la presidente, pues la izquierda serpentina, ágil cual víbora, fue presta a salir a contar su versión antes de que otro pudiera. Una historia de victimización y de fujimoristas y de sistemas y neoliberalismos y constituyentes.

Dina, ¿qué estás haciendo? Mucho se esfuerza en jugar a las chapadas con mandatarios que no quieren seguir el juego, mientras hay policías y ladrones que requieren más atención en el Perú. Hace tiempo, además, no brinda una entrevista y hay mucho por responder. Se acabaron las escondidas.

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