Diplomacia de prestigio
El prestigio es el ascendiente o la influencia que se puede ejercer sobre los demás en base a la captación del aprecio y reconocimiento sobre atributos propios. Tiene como elementos fundamentales al buen crédito, así como la estimación propia y ajena. Así se promueve el renombre, o uso reiterado del nombre en forma positiva. La suma de estos elementos se traslada en influencia, la cual ayuda a alcanzar metas que pueden implicar el éxito.
Tener éxito significa básicamente alcanzar una o varias metas. Estas pueden lograrse por medio del emprendimiento, generando la confianza necesaria a través del prestigio. Ello nos lleva a acertar así como a sobresalir en comparación con otros, en una valoración de las acciones realizadas convenientemente difundidas. Esta tarea de promoción la tienen en común tanto las personas que cuentan con cierto reconocimiento y prestigio, así como las instituciones del Estado creadas con ese fin.
La peruanidad, tanto como la nacionalidad, es fundamentalmente un atributo de personas, que estimula en ellas el sentimiento de pertenencia a una patria. Esto trasciende lo formal. El patriotismo es un sublime sentimiento de orgullo para la preservación de valores supremos que se viven en diversas etapas de la historia. Y se incrementa con el prestigio y el éxito.
Para fomentar el prestigio de una nación, puede resultar útil evocar a las personas que conformaron la nación. Un aspecto importante en todo este proceso de formación de una conciencia nacional, lo que adquiere solidez con la comunicación de ideas e ideales comunes. Para esto, como en todas partes del mundo, ha jugado un papel primordial rescatar la interpretación más adecuada de la historia. Es entonces indispensable reflexionar sobre el Perú como realidad conformada por varias culturas. Por ello importa rescatar el pasado precolombino, así como la contribución de Europa y otros continentes, y atender, sobre la base de su viva herencia, la problemática presente, a fin de lograr un camino integrador hacia el futuro, que estará marcado por nuestra capacidad de acción en el campo internacional.
Vivimos en un modo cambiante y cada vez mas inseguro. Lograr complementar intereses nacionales con los de la comunidad internacional, manteniendo principios y valores, se ha convertido en una actividad profesional compleja que requiere alta preparación, así como prestigio.
Hoy se puede afirmar que el Servicio Diplomático del Perú, integrado por profesionales de prestigio, es una institución que, sin lugar a dudas, prestigia al país, más allá de cualquier frontera.
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