¿Dónde está el bife de Mister Hunt?

El titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Óscar Vera, acaba de confesar: “la presidenta Dina Boluarte nos ha pedido renegociar el Contrato de Camisea” (16/1/23). No hace mucho, el congresista Guido Bellido, entonces primer ministro, inició abruptamente una renegociación (27/9/21); sin embargo, hace algunos meses el Consorcio Camisea (Pluspetrol y sus socios) informaron: “el asunto de la renegociación es una página volteada” (7/8/22). No es lo mismo Chana que Juana. Mientras Bellido planteaba “un mayor reparto de utilidades a favor del Estado”, ahora el Minem plantea la prórroga, a favor de Hunt Oil (Peru LNG), del plazo del contrato de exportación de gas (Lote 56) que se vence el 2028 y, como para dorar la píldora, se agrega en la agenda puntos del Lote 88: precio del gas para Petroquímica, precio del GLP con paridad de exportación y el Poliducto Pisco-Lima (GLP).

Es pertinente recordar que la firma del contrato de exportación de gas por 25 años se celebró con una cena en el jardín de la casa del expresidente Pedro Pablo Kuczynski, en la que el anfitrión invitó a su “amigo” el texano Ray L. Hunt (dueño de Hunt Oil) y al expresidente Alejandro Toledo. Mr. Hunt lanzó un retó: “Te apuesto (a Toledo) la cena del bistec más grande de Dallas, que la creación de un mercado de LNG impulsará la exploración de gas de Perú y beneficiará a la industria local”. Posteriormente, el gobierno comenzó a impulsar en el Congreso una serie que se catalogó ‘Leyes Hunt” (Wall Street Journal 20/12/07). No queda duda que Mr. Hunt perdió la apuesta del bife. No ha existido mayor exploración en los últimos 20 años; en los lotes 88 y 56 a cargo de Pluspetrol y Hunt Oil, fieles a sus raíces, sólo han ordeñado sin respiro, cual vacas lecheras, estos yacimientos sin darles a cambio el “pasto” (exploración) para descubrir y/o reponer las reservas. Tanto así que ahora al lote 56 le queda la mitad de las reservas iniciales (1.4 BPC de los 2.8 BPC), según el último Libro de Reservas (2020).

Tampoco se puede olvidar que Hunt fue sentenciado por el Ciadi (2015) porque falsearon el destino final del gas para pagar menores regalías. Señalaban que el destino era México exportando a US$ 4 por millón de BTU (Henry Hub), cuando en realidad iba al Asia donde el precio era de US$ 9 (JKM). El laudo fue por US$$ 66.5 millones que, al final se convirtieron en US$ 106 millones para el Perú. El pago lo hizo Pluspetrol, que luego acudió a un tribunal arbitral consiguiendo que Hunt les reintegre el doble (US$ 201 millones). Provecho.

¿Qué hacer con el Lote 56? ¿Una nueva licitación con el compromiso de exploración? ¿Que pase a manos de Petroperú como las concesiones que se vencen de los lotes petroleros como pide el ministro Vera? ¿Que a Hunt no le salga gratis como el contrato del 2003 y pague por la prórroga? No vaya a suceder lo mismo que pasó con la prórroga de la concesión del Aeropuerto Jorge Chávez, que no pagaron al Estado (vale la aclaración) ni un dólar.