Economía relegada por componenda política
Las expectativas para la economía para este año son magras, se pronostican crecimientos del PBI entre 1.4% (Scotiabank) y 2.2% (BCR); dos motivos de fondo: la falta de confianza y la incapacidad de gestión estatal, que involucra desde la Presidencia de la República hasta los alcaldes distritales.
La clase política gubernamental, parlamentaria y extraparlamentaria, tiene como agenda principal, el acomodo. Disponer de tiempo para organizarse, buscar de alianzas, candidatos y recursos, para llegar con posibilidades de ser electos en la próxima elección, todo lo demás pasa a segundo plano.
En la lógica acomodaticia, la fecha óptima de nuevos comicios es abril de 2026, la frase preferida para justificarse es: “se necesita hacer una reforma política”. Lo primero que ponen por delante es crear 60 curules más, el Senado. Montescos y Capuletos coinciden en esta componenda: “cargo público o muerte, unidos venceremos”.
Con la modesta cifra de crecimiento del PBI citada, y con una inflación proyectada de 4.21% anual, en el 2023 tendremos por lo menos 320,000 compatriotas que pasarán a las filas de pobres. A la clase política de toda laya, el tema económico no es de su interés, lo relevante para ellos es ganar tiempo.
Es el momento de llamar la atención pública sobre qué supuestos está basada la proyección más optimista que es la del BCR. Indispensable que el PBI de la minería metálica crezca por lo menos 8.3%, que la manufactura no decrezca al menos y que los servicios terminen el año con un aumento del 2.5%. El punto más vulnerable de esta lista corta es la minería, de repetirse los conflictos sobre todo en el corredor minero del sur, que afectan la exportación de las minas: Bambas, Antapacay y Constanza; todo quedará en buenos deseos.
Este mes de julio estaremos expuestos a dos temas: 1) la anunciada toma de Lima, que en términos reales puede derivar en obstruccionismo operativo en el sur, con consecuencias en la producción e inflación; y 2) los pactos en el Congreso para la elección de la mesa directiva y presidencia de comisiones, lo que deriva en leyes que lindan entre el favoritismo y el populismo, con afectación a la economía.
A más tiempo de permanencia de Boluarte en el poder más deterioro económico veremos.
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