Economía y finanzas peruanas aún no encuentran rumbo

Próximo a cumplirse tres meses de la designación de Kurt Burneo como titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), no hay un rumbo definido para esta cartera.

Era un hecho conocido que afrontaba una situación complicada, por formar parte de un gabinete con ministros de muy pobre calificación e inexperiencia en los sectores que tienen a cargo y que no podía promocionar inversión privada por la desconfianza que genera el mandatario y por la precariedad política del gobierno en su conjunto.

En un escenario de esta naturaleza había que tener una buena interrelación con los distintos actores, firmeza ante la vocación del Ejecutivo por el despilfarro e imaginación para promover la inversión. De lo primero, se ha tenido confrontación con el Consejo Fiscal y el Banco Central de Reserva, de lo segundo se ha experimentado un apoyo por 1,000 millones de dólares a Petroperú sin mostrar derrotero alguno y en lo tercero una apuesta fallida en la inversión pública.

Se puede recomponer el relacionamiento con las otras entidades del sector, sobre la petrolera estatal aún pueden darnos luces hacia dónde se encamina el MEF; pero en lo que respecta a la inversión, las expectativas puestas en la inversión pública son ilusas.

Los ministerios no tienen capacidad de ejecución, los gobiernos regionales y locales actuales ya están de ida y los nuevos que asumirán en enero próximo, tendrán etapa de aprendizaje. Sin embargo, el MEF tiene herramientas en su ámbito que no se están usando: Proinversión y las empresas en el ámbito del holding estatal del Fonafe, en particular las generadoras y distribuidoras de electricidad, y EsSalud.

Proinversión es una nulidad, mucha promesa y ejecución que linda entre inexistente y magra; por el lado de las eléctricas estatales tienen una cartera amplia de inversiones, que se paralizan en la evaluadora Invertir, mientras que, en EsSalud, es tal el nivel de necesidades que se podrían ir superando con asociaciones público-privadas, la responsabilidad recae en el directorio de la institución incapaz de hacer andar a la elefantiásica administración.
De seguir las cosas en este estado, la tasa de crecimiento al cierre de este año y del próximo será peor que la del pronóstico más conservador.

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