Ecuador: La narcopolítica hace metástasis
En la madrugada del 14 de diciembre la Fiscalía General ecuatoriana ordenó 75 allanamientos simultáneos en siete provincias con 31 detenidos como parte de una investigación por delincuencia organizada y relacionada con corrupción y narcotráfico. Entre los detenidos hay jueces, fiscales, policías, guías penitenciarios, un exgeneral y hasta el presidente del Consejo de la Judicatura. Lo que se está viendo en Ecuador es la punta del iceberg de la interacción tóxica de intereses altamente delictivos dentro los organismos públicos.
El megaoperativo anticriminal llamado "Metástasis" se dio tras el asesinato (2022) en prisión de Leandro Norero, un poderoso narcotraficante conectado a un esquema delictivo incrustado en todos los niveles del Estado. "El término narcopolítica ha sido evidenciado y ya no es lejano. Podemos ver cómo las estructuras delincuenciales han permeado a las instituciones para alcanzar sus objetivos", advirtió la fiscal general Diana Salazar (Ecuavisa).
Las investigaciones fiscales han revelado que el narco Norero, alias "El Patrón", rastreaba y perseguía incluso al asesinado (agosto 2023) excandidato presidencial Fernando Villavicencio quien lo acusaba de ser el brazo derecho del excabecilla del grupo criminal Los Choneros (y de nexos con Los Lobos y con cárteles mexicanos). Por su parte la fiscal general Salazar acusó al expresidente Rafael Correa (hoy prófugo en Bélgica pero muy activo en redes sociales) de haber facilitado el escape de siete funcionarios y exfuncionarios públicos investigados al filtrar y advertir 12 horas antes sobre el operativo de detenciones por el caso "Metástasis". Debe recordarse que el político Rafael Correa fue señalado en casos de corrupción por el asesinado periodista y excandidato presidencial Fernando Villavicencio quien emprendía una lucha abierta desde los estrados contra las redes criminales y políticas ecuatorianas. Si los esfuerzos anticriminales de los sistemas de justicia (aplica a todo país) y policiales son afectados por filtraciones o ejecutados con selectividad, solo terminarán garantizando impunidades y socavando sus resultados.
Durante años Ecuador había pasado inadvertido en este terreno de las economías delictivas con la narcopolítica como protagonista. Es un caso grave de descomposición institucional y estatal, de honda infiltración judicial, policial, militar y carcelaria (potencialmente replicable en alto grado en otros países) en el que la violencia criminal y la violencia política se han ido superponiendo en medios y fines.
