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Educación: política incierta a los resultados esperados

Fecha Publicación: 16/02/2019 - 20:40
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Los problemas que afronta nuestro país en materia de educación básica regular están lejos de resolverse en el corto y mediano plazo. Es oportuno y lamentable señalar esta cruda realidad. El tema demanda debate permanente y amplia participación de todos los sectores vinculados (Estado, autoridades, docentes, alumnos y sociedad).

De la noche a la mañana no es posible cambiar nuestro sistema educativo y eso se ha pretendido hacer cuando recientemente se anunció la aplicación del sistema de calificación mediante una escala de evaluación de logros en cuatro niveles por letras donde: AD significa logro muy satisfactorio (LMS); A, logro satisfactorio (LS); B, logro básico (LB) y C, logro inicial (LI). Eso es improvisación.

La Unión Europea desde largos años viene creando y planteando alternativas en busca de resultados en sus sistemas educativos. Esa es la constante que debemos seguir, pero sin experimentos, improvisaciones o medidas superficiales. Hay que preparar a nuestras generaciones pensando en los grandes desafíos de la Cuarta Revolución Industrial. La inversión del capital humano es clave, especialmente en los docentes.

Ya el Fondo Monetario Internacional a través de su base de datos de perspectivas económicas mundiales (abril de 2017) anunció que nuestro país cayó en cinco posiciones en las mediciones que se realizan. La ética y la corrupción impactan altamente y de manera negativa en nuestro propósito de alcanzar indicadores de mejora en nuestro sistema educativo nacional.

Alejandra Martins de la BBC Mundo realizó un interesante informe en el 2016 y su análisis sobre las pruebas PISA en los países del mundo como el Perú sigue vigente. En su amplio informe, por ejemplo, señala que en cuanto a América Latina, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se ubicó en el lugar 38 en ciencia. A nivel de país, Perú ocupó el lugar 64.

El 2014 académicos de Estados Unidos y Europa cuestionaron el enfoque de las pruebas PISA, por lo que Andreas Schleicher, director de educación de la OCDE y coordinador de los test, respondió: "Miremos los resultados de PISA para América Latina".

Argumentó que en las pruebas anteriores se había demostrado que la mitad de los estudiantes en muchos países de la región no sabían leer o escribir apropiadamente y no tenían los fundamentos más elementales en matemáticas. Esto significaba que no tendrán ninguna chance en la vida.

En ese contexto, acertadamente Daniel Salinas, experto chileno en educación internacional comparada de la OCDE propuso invertir en la calidad de los profesores, considerando el sistema desarrollado por Singapur en los años noventa para seleccionar, capacitar y remunerar (muy bien) a los mismos.

Dicho sistema incluía el financiamiento completo de los estudios universitarios para los estudiantes de pedagogía, salario docente (inicial y a lo largo de la carrera) competitivo-comparado con otras profesiones, e incentivos al desempeño y al desarrollo profesional de los docentes, entre otros, como el "estatus social de los profesores".

Es de verse que propuestas existen muchas, interesantes y factibles como las señaladas, sin embargo, las autoridades del Minedu no encuentran el punto de quiebre en las políticas educativas que aún están distantes a los resultados esperados. Los más de 31,000 millones de soles presupuestados para el 2019 deben ser un buen aliciente para una de las ‘esperanzas’ del sector: que 64% y 32% de estudiantes de las zonas rurales logren comprensión lectora y el 38% y 26%  matemática. Esperemos.

HERLESS CARRIÓN PORTILLA / Periodista de Investigación y Docente Universitario