Efecto Vizcarra: tres millones pateando latas
La semana viene con dos noticias desalentadoras: que el PBI de mayo sigue en el sótano y que el número de desempleados bordea los tres millones de parados en junio (trimestre móvil abril-mayo-junio) según la Encuesta Permanente de Empleo (EPE) del INEI.
La propia OIT señala que por la pandemia, Latinoamérica ha perdido 15 millones de empleos, agregando que en el Perú “el 90% de la disminución de las horas de trabajo se debió a la pérdida y a la consecuente inactividad” (30/06/20), es decir, a los famosos “martillazos” que, sin ton ni son, aplicó el presidente Martín Vizcarra.
No obstante, en junio, pese a las cacareadas Fase 1 y 2 de reactivación, con la que regresarían a sus puestos de trabajo 2.9 millones de trabajadores, la situación no ha venido mejorando, tanto así que el ingreso promedio ha caído en 10%, en un entorno laboral en que los recortes de sueldo vienen floreciendo como azucenas en la primavera.
En esta EPE se aprecia que la mayor caída se observa en las pequeñas y medianas empresas (pymes) que cuentan entre 1 a 10 trabajadores, lo que revela que no llegaron a la mesa los mentados créditos baratos de Reactiva Perú, que se quedaron en la gran empresa.
Otros damnificados laborales son los trabajadores independientes y sobre todo la masa juvenil (entre 14 y 24 años); empero, en cantidad, el ejército laboral de 25 a 44 años explica la mitad de los parados. Sobre todo los que trabajan en el sector servicios y sólo cuentan con educación primaria y/o secundaria.
Hace algunos días, la Asociación Escucha Perú señaló que en el Nivel Socioeconómico (NSE) E, el más vulnerable, tres de cada cuatro personas habían perdido su empleo, aunque los sectores más privilegiados, A y en menor medida el B, la pasaban de rositas. Pero, la reciente encuesta laboral revela que la crisis ya está tocando sus puertas.
En realidad, antes del Covid-19, en el período julio 2016- marzo 2020, casi cuatro años, el empleo era y es “la Cenicienta” del gobierno de PPK-Martín Vizcarra, porque la Población Económicamente Activa (PEA) a nivel nacional, apenas había aumentado en 3 % (580 mil personas). Un ripio.
Para paliar la calamitosa falta chamba que la pandemia ha agravado, ahora Vizcarra nos sorprende prometiendo, como el expresidente Belaunde, “un millón de empleos” en el plan Arranca Perú (16/06/20), que podría mitigar pero no curar este desastre laboral.
A decir de los profesores de ESAN Marco Vinelli y Maurer Fossa, habrá “una pérdida de 3.5 millones de empleos”, y, si se le suma “los 700 mil desempleados iniciales, el Perú acabaría el año con 4.2 millones de desempleados: una tasa de desempleo del 23.6 % de la PEA”, de los cuales “el sector informal podría absorber hasta un millón de nuevos desempleados pero los trabajos serán cada vez más precarizados y el salario promedio bajaría” (Conexión 24/04/20).
