El agente 'Montaña' y los cubanos
A fines de octubre de 2022 los medios de prensa peruanos dieron cuenta sobre un colaborador eficaz (de clave CE-03-2022-EFICCOP) quien dijo al Ministerio Público que Vladimir Cerrón era parte de una lista de allegados a Pedro Castillo que recibían pagos encubiertos de fondos reservados de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINI. Según la declaración recabada por la Fiscalía, Cerrón fue designado con el seudónimo de "agente especial Montaña" y al que le daban S/ 40 mil mensuales. Este dinero serviría "para su defensa legal en las investigaciones fiscales donde está comprometido y también para sus gastos personales" y otros.
La noticia fue comidilla durante varios días, pero como suele ocurrir va apagándose sin resultados más concretos en las investigaciones. Hasta la Comisión de Inteligencia del Congreso (a cargo del parlamentario J. Cueto) anunció el pedido a la Contraloría General de una fiscalización detallada sobre el manejo de esos recursos.
Como es sabido, el dueño de "Perú Libre" lleva más de 100 días prófugo de la justicia. Su habilidad para el "escape" es sospechosa. Las versiones más difundidas dicen que estaría siendo protegido por el gobierno y específicamente por Dina Boluarte a la que no le convendría la captura de quien fuera muy allegado a ella. Cerrón no es un actor político menor, tiene aún poder real con una bancada en el Congreso (y hasta a su hermano como uno de los vicepresidente de la institución). Contaría además con información "sensible" sobre el proceso de formación de la plancha presidencial que triunfó con Cerrón y Boluarte a la cabeza en 2021. Es decir, "sabe mucho".
Por otro lado, lo último que se ha difundido es que Cerrón está siendo protegido por fuerzas extranjeras infiltradas en el país, específicamente por agentes cubanos y la embajada castrista en Lima a las que Cerrón estaría conectado desde mucho, mucho antes del 2021. Hasta el canciller Gonzáles Olaechea ha advertido que podría surgir un conflicto diplomático y hasta romperse relaciones internacionales si estos vínculos protectores se confirman.
Los señalamientos a que estos espías cubanos (y quizá venezolanos y bolivianos) estarían recibiendo información y colaboración de ciertos agentes peruanos pro-Cerrón no han estado ausentes. Al parecer la penetración de los servicios de inteligencia del Perú desde el 2021 por parte de la extrema izquierda no ha sido revertida del todo. La dupla Cerrón-Castillo actuó no solo enchufado al castrochavismo regional sino también a favor de introducir al senderismo "político" en diversos niveles del aparato del Estado (incluyendo ministerios y hasta las prefecturas y subprefecturas).
Anotamos en este espacio ("Montesinitos en el poder", 24/03/2023. M. Lagos. Expreso) cómo en tan solo 16 meses de desgobierno la trama de Castillo y diversos cómplices se afanaron en la creación de una red de inteligencia clandestina y paralela; una red con fines no solo políticos e ideológicos sino también delictivos.
Debe repetirse: las estructuras de inteligencia y seguridad nacional están obligadas a enfrentar una profunda reforma interna (incluyendo la generacional como bien se ha sugerido desde ciertos sectores). El país seguirá indefenso ante las amenazas reales, (internas y externas) y ya en ejecución si estas instituciones cruciales siguen siendo infiltradas por manipuladores experimentados y en potencia introducidos en un evidente e inescrupuloso juego político.
