El amor no tiene receta
Nunca sabes de quién te vas a enamorar, así tengas un ideal de pareja porque muchas veces la persona se relaciona con una pareja que no estaba en su libro; eso es verdad. Existe el amor hipérbole, que consiste en que todos los humanos tenemos un ideal de compañera o compañero con determinadas características, la respuesta que se unen en convivencia o en matrimonio y cuando se termina la relación por diferentes razones, ese ideal de pareja aparece en la mente y en el corazón la búsqueda constante de encontrar el amor como soporte emocional. Por supuesto que existen excepciones de personas que prefieren estar sin pareja permanente, viven relaciones de pareja ocasionales o su estatus de divorciado, divorciada, viudo o viuda o de experiencias no gratificantes, le permiten tomar esta decisión – por cuanto tiempo, no sé sabe–, quizás vuelvas a enamorarte o continuas solo o sola, realizando otras actividades que otorgan satisfacciones y ese corazoncito está en paz.
La continuidad, permanencia, la comunicación, permite algunas veces que la persona se enamore de quien nunca pensaba, sucede mucho en el ámbito laboral, la famosa secretaria, la que escucha, mira y calla y sabe la vida y milagros del jefe, le prepara el desayuno, al medio día le sirve un café, almuerzan juntos, toman lonche, sabe la fecha de los cumpleaños de la esposa y de los hijos, encarga las flores, la torta, incluso escoge el regalo, compra los pasajes para el viaje, reserva el hotel, realiza los pagos de agua, luz, teléfono, las cuotas de los clubs, recibe las llamadas personales, le programa las actividades del día y si el jefecito es enamorador, ella misma compra y le hace recordar el día del cumpleaños de sus relaciones paralelas, pero no dice nada, guarda silencio, no lo juzga, cuando conversan, él le cuenta su vida personal, permitiendo que ella se abra, en la comunicación y exprese sus buenos momentos, los difíciles y lo que le gustaría ser, conoce a su jefe más que la esposa, comparten casi todo el día juntos, hasta que el jefecito se desenamora de la esposa, no comparten el mismo lecho de amor, empieza a verle los defectos, llega tarde a la casa y sale muy temprano, hasta que deciden divorciarse y le da la noticia a la secretaria, ella al principio lo lamenta pero en su subconsciente se siente bien, porque ha aflorado los sentimientos hacia el jefecito, se ha enamorado y él también, se convierten en pareja, viven juntos, se casan, se embaraza y son felices. Nadie puede decir de esta agua no beberé, hay casos de médicos, que se enamoran de la enfermera instrumentista que lo acompaña todos los días en la sala de operaciones, maestros con sus alumnas, existe el dicho “al maestro con cariño”. Oficiales de la Policía Nacional del Perú y de las Fuerzas Armadas con personas de su institución. Juezas del Poder Judicial, se han enamorado y casado con acusados; y las empleadas de hogar se enamoran del empleador, conozco el caso de una médico psiquiatra, que se dedicaba al trabajo, inclusive los fines de semana y lo tenia abandonado al esposo, que también era un profesional de la salud y la empleada le hacía todo, como se dice en el buen sentido de la palabra servicio completo, inclusive le hacía la manicure, pedicure y le cortaba el cabello y masajes, hasta el punto, que dejo a la mujer y se fue con la empleada viven juntos y le ha dejado en testamento la herencia a la empleada que es su esposa, feliz y contentos.
Para el amor y la felicidad no existe receta, no interesa la raza, los apellidos, las religiones que profesas, el trabajo, la educación, si eres pobre o rico, si eres profesional o no, el estatus social, lo más importante es que sientas amar a tú pareja incondicionalmente, aceptándola tal como es con defectos y virtudes, en los buenos y difíciles momentos, siempre con la bendición del gran hacedor del universo.
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