El ataque de la izquierda a la libertad de culto
Desde el año 2018, en Nicaragua bajo la administración del presidente Daniel Ortega, el gobierno viene acosando a quienes se profesan católicos. El gobierno ha prohibido eventos cristianos, celebraciones y misas bajo el argumento de “desestabilizar al Estado”. Este ataque contra la libertad de culto comenzó con las protestas contra las “reformas sociales” del gobierno de Ortega, es así que varios pastores comenzaron a ser fuertemente vigilados y recibieron restricciones de movilidad dentro del país. Además, el gobierno censuró a más de 1,400 organizaciones cristianas y estas han sido cerradas.
Cabe recordar que Daniel Ortega es presidente de Nicaragua por quinta vez y que su esposa Rosario Murillo es la vicepresidente, pero esta vez solo ha sido respaldado en su toma de posesión por el grupo de presidentes de izquierda latinoamericana tales como el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel y el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández. Esta nueva reelección ha tenido un gran rechazo de la comunidad internacional por lo que la mayoría de líderes de América Latina no asistieron a su toma de posesión. La Unión Europea ha anunciado sanciones en contra de la familia de Ortega, y la Organización de Estados Americanos (OEA) ha hecho una declaración firmada por 25 de los 34 países miembros de la organización, rechazando la quinta elección (cuarta consecutiva) donde advierte sobre las elecciones “no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”.
Un gobierno abusador como este considera a todo lo que le hace oposición “enemigo del gobierno”, cosa que hace con los cristianos solo por el hecho de que apoyaron las manifestaciones de 2018 contra el gobierno, ayudando a las víctimas heridas por la policía y a sus familias. La abogada Martha Patricia Molina publicó un informe titulado “Nicaragua: ¿una iglesia perseguida? (2018-2022)“, donde cuenta 190 ataques a la Iglesia católica en Nicaragua, bajo el gobierno de Ortega, gobierno presenta a las iglesias como enemigas de la población como pretexto para cerrar y confiscar sus bienes, y que tampoco les permite tener interacción con el exterior, y menos financiación, porque el gobierno afirma que es un riesgo para la “seguridad nacional”.
Las iglesias históricamente son las que denuncian las injusticias que cometen los dictadores, son quienes defienden a los indefensos cuando ya no les queda nadie. No hay mayor hipocresía que el silencio de los que tienen voz cuando ven el abuso y la persecución. Una izquierda que se ha vuelto enemiga de la Iglesia; dejémoslo bien claro, atacará donde la dejemos, con encantos donde no tenga la fuerza y con abusos donde tenga el poder.
@sandrostapleton
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