El calvario de PPK
Espulgando los resultados judiciales del llamado “Equipo Especial” de la Fiscalía a cargo de los procesos vinculados a la macro investigación contra la corrupta organización criminal constituida por la empresa ODEBRECHT, llegamos a la conclusión de que en el caso de los expresidentes de la República imputados en ésta, el más patético y abusivo es el de PPK por la absoluta inexistencia de pruebas suficientes y de mérito para la acusación fiscal después de casi cinco años de abiertas las dichosas carpetas del Ministerio Público. En efecto, el dúo fiscal que la encabeza integrado por el devaluado Rafael Vela en calidad de coordinador y el tragicómico José Domingo Pérez, no han sido mínimamente capaces desde el 2018 hasta la fecha de lograr el enjuiciamiento del ex Primer Mandatario pero sí de arruinarle la existencia en el invierno de su vida y de paso destrozar su patrimonio al punto que uno de los inmuebles incautados por el Estado y que “administra” el PRONABI se encuentra saqueado e inhabitable quedando apenas en pie el muro exterior del mismo.
PPK, en ese deplorable quinquenio ha sido objeto de todas las medidas de coerción y cautelares imaginables, salvo la de prisión preventiva de la que apenas pudo salvarse gracias a la avanzada edad y su delicado estado de salud. Ha sufrido arresto domiciliario; allanamientos, registros, incautaciones y embargos de todo tipo e impedimentos de salida primero al extranjero y luego fuera de Lima Metropolitana y del Callao al extremo que el cuasi paranoico Pérez se opuso al reciente pedido que formuló para pasar un “weekend” en Chincha. De locos.
Al cabo de esos cinco años de mucho ruido y nada de nueces en los que se ha prolongado sistemáticamente los plazos de la investigación preparatoria, esto ya no es un debido proceso legal y justo sino una inhumana cacería. Por información de primera mano, sabemos que desde ese cuestionado equipo fiscal de marras se le propuso a PPK que se acoja a la colaboración eficaz para salir de esta tortura lo que rechazó una y otra vez.
Al cumplir los 80 años, el ex Presidente publicó en otro diario una columna en la que solicitó “ un sistema de justicia eficiente, transparente, bien remunerado, incorruptible y no politizado”. Hoy, con 85 años encima padece todo lo contrario y más que vida soporta una injusta muerte lenta. ¿Hasta cuándo señora Fiscal de la Nación?. ¡AMÉN!.
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