“El ciudadano”, manual de valores

Bajo el título “El ciudadano. Conceptos básicos para la construcción de la ciudadanía”, el lector cuenta no solo con un libro mayor que lo reta a leer 526 páginas, sino que tiene entre sus manos una herramienta práctica y poderosa para ser mejor persona y construir una mejor sociedad, porque es un ensayo que lo invita a educarse, que propone reeducarse y que es un estímulo para perfeccionar a la familia y la patria.

Saludo a su autor, el profesor Joan Guimaray, a quien la vida metalizada del presente y la agitación mediática poco seria de los “mass media” le cerró espacios, y lo felicito por su trabajo publicado este 2022, obra que ratifica sus calidades intelectuales y su don de gentes. Guimaray es un pionero del periodismo de investigación en materia pedagógica y lo recordamos por su programa “Educación en controversia”, que se transmitía por Radio Cadena, además de su revista “5ta Nota”, que tanto promovió la educación en el país.

Sin embargo, volviendo al ensayo en sí, este parte de una dedicatoria con la que es fácil identificarse: “A usted que anhela construir un país de auténticos ciudadanos”, iniciándose de esta manera los LXVI Capítulos que tiene, en medio de un abanico de temas como “El ciudadano ambulante”; “el ciudadano bodeguero”, “el ciudadano consumidor”, “el ciudadano empleado público”, “el ciudadano fiscal”, “el ciudadano juez”, “el ciudadano médico”, “el ciudadano periodista”, “el ciudadano policía”, “el ciudadano universitario”, etc.

En ese contexto, hay párrafos dirigidos a la conciencia del lector, como el siguiente: “El verdadero republicano, el auténtico patriota, el honesto estadista, el honrado prójimo, es aquel que de niño es cultivado en el hogar y la familia, para que cuando grande en su condición de ciudadanía, sea recto y prudente en sus actos y gestos” (pág. 15). A renglón seguido, Guimaray advierte: “(…), si el hogar y la escuela no asumen sus tareas de formar ciudadanos, será absolutamente imposible que el país pueda superar la corrupción, la discriminación, la exclusión, el racismo, la inseguridad y la violencia”.

En esencia, a veces la cosas de tan sabidas, se olvidan; pero las personas con poder deben tener claro que ninguna reforma política tendrá éxito en el país, si es que -primero- los líderes no se dedica a reeducarse, si es que no se comprometen a cultivarse en valores y si es que no buscan la forma de hacer impostergable la tarea de formar ciudadanos.

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