El “cofre” ensombrece APEC

El gobierno de Dina Boluarte, a pesar de contar con el respaldo de una mayoría convenida en el Congreso, se siente acorralado. Desde hace dos años, la presidenta no gobierna. Solo la vemos preocupada, victimizándose ante las denuncias que la involucrarían a ella y a sus principales funcionarios. La estrategia para sobrevivir es negar, ocultar, mentir o callar para evitar poner en riesgo la continuidad de su gobierno.
Desde hace más de un año, su principal problema parece ser Vladimir Cerrón y lo que pudiera decir si fuera capturado. Por esta razón, se presume que el “cofre” habría llevado dentro al prófugo exgobernador de Junín. El cofre es un tema reservado que se blinda con descaro; ni se abre porque parece ocultar oscuros secretos.
Cerrón, el dueño de Perú Libre, tiene mucha suerte porque debe ser el prófugo menos buscado del Perú. Según se sabe, la policía habría realizado más de cincuenta operativos para capturarlo, cada uno mejor planeado que el anterior, diseñados con la certeza de que, cuando llegaran al lugar indicado, no lo encontrarían.
Estamos cansados de estrategias que se anuncian y no se ponen en marcha porque saben que fracasarán. Santivañez, el hasta ahora ministro del Interior, debe tener cualidades y habilidades excepcionales que desconocemos, ya que, a pesar de sus fracasos, su permanencia es defendida tanto o más que la de don Julio Velarde, nuestro extraordinario presidente del BCRP.
También es difícil entender por qué la mayoría en el Congreso, buscando impedir la vacancia, asume una actitud permisiva, evitando que una investigación más rigurosa demostrara que Dina Boluarte, abusando de su poder, estuviera comprometida en la obstaculización de la captura de Cerrón.
Para asegurar su permanencia, la presidenta Boluarte habría parcelado las principales instituciones del Estado y repartido cuotas de poder entre las organizaciones políticas que respaldan su gobierno. Desde el desgobierno de Pedro Castillo y la inacción de Dina Boluarte, nos hemos acostumbrado a tolerar que la mediocridad nos gobierne. Somos timoratos al no atrevernos a realizar desde ahora los cambios y ajustes en la conducción y gestión de nuestro país. Los que quieren que nada cambie aducen y temen que quienes los reemplacen puedan hacerlo peor.
A un día de iniciar APEC, la crisis se agudiza y aumenta el descontento que motivan las protestas que hoy inquietan a este gobierno, que trata de maquillar nuestra realidad. APEC sería un éxito asegurado si este gobierno hubiera mostrado transparencia para generar confianza y ganar el respeto que nos permita mirar hacia adelante.
En estos días de APEC, démosle una tregua a este gobierno para que reflexione y decida comenzar a aplicar mano firme para enfrentar con éxito la corrupción, la violencia, la inseguridad y la “chibolinización” que nos tienen podridos.

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