El comunismo ataca violentamente al periodismo libre

El poder -de toda naturaleza y todo calibre- es enemigo de la prensa libre, porque está acostumbrado a controlarlo todo justamente a base de ejercer su fuerza sin oposición. Y la labor de la prensa libres es, precisamente, la contraria. Velar porque el hombre común y corriente no sea víctima del poder, venga desde donde viniere. Sea de una autoridad, aunque haya sido elegida por el pueblo; del señorío del dinero; de espacios religiosos convertidos en ejes de manipulación basados en el engaño; y/o del dominio que se ejerza desde cualquier otro terreno, sea el que fuere. Prensa libre y poder son agua y aceite. La denuncia periodística es, ha sido e incuestionablemente será una garantía, a efectos de que la sociedad mantenga espacios despejados para denunciar cualquier exceso del poder. Y este rol –primordial dentro del concepto del verdadero periodismo- constituye una piedra en el zapato para el todopoderoso. Empezando por los gobernantes de turno, que se consideran por encima del bien y el mal; cuando son apenas burócratas contratados como autoridades públicas por cuestión reglamentaria, tras ser elegidos por el ciudadano.

Pero no para hacer lo que les venga en gana, sino para ser servidores de todos sus electores. Sin embargo, amable lector, una vez ya instalados en el poder, salvo muy honrosas y escasas excepciones, quienes resultan siendo electos para velar por nuestra vida, salud y patrimonio, prepotentemente se consideran premunidos de la autoridad más absoluta. Y es allí adonde se encontrarán con la prensa libre, insalvable montaña al servicio de la sociedad. Simultáneamente, en tal instante ocurrirá que aquella autoridad le declarará la guerra al periodismo libre. Esto siempre sucede en países como el nuestro, adonde la democracia y el Estado de Derecho son términos vacuos que utilizan los políticos para venderle cebo de culebra al “pueblo”, mientras ignoran y vapulean todo aquello que establezcan nuestras leyes y la Constitución, hasta convertirse en autócratas. De modo que al hablar de la libertad de prensa, no estamos limitándonos a un principio y a un derecho insustituible, dentro de los fundamentos que resguardan al ser humano. Nos referimos más bien a aquella piedra angular puesta al servicio de hombres como mujeres, tanto para informarse de todo lo que acontezca a su alrededor –y fuera de él- como para denunciar los abusos de cualquier naturaleza que les amenacen, provengan de donde vinieren.

Como es fácil de entender, gente como Castillo y Cerrón, intelectualmente elemental y formados dentro de los cánones del autoritarismo que practica el comunismo, repudian al periodismo libre. Así lo confirmaba comprensivamente EXPRESO en una reciente edición, denunciando que Cerrón y Castillo siembran odios contra el periodismo libre, y asimismo inducen a sus –cada vez menos- seguidores a agredir violentamente a los periodistas que cumplen su misión de informar. Finalmente, EXPRESO recordaba, con mucha razón, que gracias a la prensa libre se descubrieron entre muchísimos otros los escándalos de corrupción de Toledo, Humala, Kuczynski, Vizcarra, Castillo.

Al final, prevalecerá la Prensa Libre y desaparecerán estos castillos, cerrones, etc.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.