El Covid-19 y la informalidad laboral

Definitivamente, lo que ha contribuido al fracaso de las políticas públicas sanitarias implementadas por el Gobierno para contener la propagación e infección masiva del coronavirus (cuarentena e inmovilidad social), ha sido la elevada informalidad del mercado laboral peruano. Además, se copiaron políticas sanitarias de realidades europeas (España, Italia, Francia) para tratar de contener su expansión y propagación. Implementando estrictos confinamientos y reducción de movilidad social, sin tener en cuenta que en estos países europeos la informalidad laboral es bastante reducida, y sus ingresos per cápita superior al peruano. Pues, el trabajador peruano es mayoritariamente informal, solo uno (1) de cada cinco (5) trabajadores cuenta con seguro de salud, pensiones de jubilación o compensación por tiempo de servicio. En tanto que en Europa de cada 5 trabajadores, solo 1 se encuentra empleado informalmente.

En un contexto en que más del 60% del empleo total generado en Perú proviene de las Micro y Pequeñas Empresas (Mypes), podríamos señalar que se trata de un empleo precario de baja productividad. Esto tampoco les permite a los trabajadores informales contar con un ingreso digno, acorde con las necesidades familiares, ni con el costo de una canasta básica mínima, mucho menos generar ahorros a las familias, para cubrir posibles eventos adversos y transitorios. Cabe resaltar que en el Perú tampoco existe un seguro de desempleo que permita a los trabajadores cubrir la ausencia de ingresos laborales por desempleo involuntario-transitorio.
En un contexto altamente informal, sumado al poco uso de datos estadísticos para la elaboración de políticas públicas científicas, las que se encontraban desactualizadas, es muy difícil para el gobierno adoptar políticas públicas efectivas. La elaboración de políticas públicas científicas se basa en datos estadísticos actuales, para poder identificar grupos poblacionales vulnerables, y sus debilidades. En ese sentido, las transferencias monetarias ofrecidas por el Gobierno no pueden ser óptimas, que sumadas a obsequios de víveres, han parecido políticas populistas.

Finalmente, conocedor del Perú profundo y su realidad, estoy de acuerdo cuando se señala que el número de fallecidos a causa del Covid-19 es un número superior respecto a los doce mil fallecidos víctimas del Covid-19, a julio 2020, no se ajustan a la realidad. Si comparamos las personas fallecidas en España e Italia como porcentaje de los pacientes infestados por coronavirus, tenemos que entre el 10% y 12% han resultado fallecidos. Entonces, si en Perú, de acuerdo con cifras oficiales el número de contagiados viene sumando más de 330 mil, es muy probable que el número de fallecidos por Covid-19 sea superior a 35 mil víctimas.

Hernán Ricardo Briceño -Economista. PhD(c). MSc. Políticas Públicas.

Autor del libro “La Economía Laboral Informal en el Perú”