El Desafío de «Unidos»
En el escenario de recesión de la economía, la gestión del Ministerio de Economía y Finanzas ha desplegado un abanico de estrategias en los últimos once meses para contrarrestar la recesión que abraza al país. Dos versiones de “Con Punche Perú,” facultades legislativas solicitadas en dos ocasiones, y dos créditos suplementarios, preceden ahora a un nuevo plan denominado “Unidos.” Este último, aparentemente, representa la bala de plata final que se dispara con la esperanza de generar confianza y acelerar la recuperación económica. Si no da en el blanco, lo más probable que Alex Contreras abandone el MEF.
No obstante, ante esta nueva estrategia, surgen inquietudes que requieren respuestas claras. En primer lugar, ¿por qué las acciones emprendidas entre diciembre del año pasado y octubre de este año no han surtido el efecto esperado? En segundo lugar, ¿por qué esperar hasta ahora para desplegar medidas que podrían haberse anunciado e implementado meses atrás, incluso en la fecha simbólica del 28 de julio? Y, por último, la pregunta que permea todas las discusiones: ¿qué sucederá si “Unidos” no cumple con las expectativas, si su efectividad es limitada, como lo fueron los intentos anteriores?
Esta última cuestión no puede ser subestimada, ya que en un contexto de un Niño fuerte, con un 50% de probabilidad, la ausencia de una recuperación económica robusta podría traducirse en un crecimiento del PBI tan bajo como el 1% en el año 2024. Evitar este sombrío escenario demanda una recuperación significativa de la inversión privada.
Aquí es donde entran las preocupaciones. “Unidos” parece abordar algunas preocupaciones clave de los gremios empresariales en sectores estratégicos como la minería y la agroindustria, alejándose de la mera inyección de recursos públicos. Si bien destaca la necesidad de enfrentar lo que históricamente han obstaculizado proyectos, retirar las piedras del camino implica evangelizar sobre la burocracia ministerial.
La ampliación del crédito puede tener una efectividad limitada al no alcanzar a una masa crítica de deudores cuya capacidad de pago se ha visto mermada por la recesión. Existe una gran cantidad de emprendedores que han financiado, tras la pandemia, tras Castillo, tras Yaku, tras los conflictos sociales, sus empresas con lo último que se podía: sus ahorros familiares. Lamentablemente para aquellos que esperaban un salvataje rápido y eficiente antes de las Fiestas Navideñas pueden darlo por perdido. En la propuesta del MEF no se observa nada rápido ni directo para ese grupo de personas.
El camino hacia la reactivación económica será arduo y lleno de desafíos. La efectividad de “Unidos” aún está por demostrarse, y es vital que este plan no solo sea una respuesta a la crisis inmediata, sino también un paso hacia un sistema económico que fomente la confianza y la participación de los emprendedores. La democracia y la empresa deben converger para superar estos desafíos y forjar un futuro económico más sólido y resistente. Solo el tiempo dirá si “Unidos” es la respuesta que Perú necesita.
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