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El embrollo de la secundaria en el Perú

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Fecha Publicación: 10/11/2023 - 21:40
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El pasado 14 de septiembre, el Congreso promulgó la Ley 31900 que declara de interés nacional la incorporación en el currículo nacional de los cursos de educación financiera y tributaria, economía, contabilidad y derechos del consumidor, con el propósito de fortalecer el desarrollo de las capacidades y habilidades del estudiante para el ámbito laboral que le permita afrontar los incesantes cambios en la sociedad y adquirir conocimientos, superar la pobreza e impulsar el desarrollo del país. Me pregunto si el Minedu fue consultado. Si lo fue, es parte del problema, porque como órgano técnico sabe lo que implica “hacer espacio” en un saturado currículo peruano, para introducir cuatro cursos más; y, si no fue consultado, también es parte del problema por obsecuente y por suspender su defensa a las escuelas y dejar que sean jalonadas por la ideología política reinante [¿los consumidores solo tienen derechos? Artículo único].

En esta línea, a tenor de normas y sugerencias de los expertos, que pretenden hacer de la escuela y, más propiamente de la secundaria, una suerte de estación elástica en donde cada quien aparca su automóvil, sin detenerse a considerar característica alguna de cómo incide en el espacio ni en la armonía, cabe preguntarse ¿qué es la secundaria? ¿Es un amasijo de ingredientes? A veces pienso que es el enjuague de la conciencia de las autoridades de turno. Una conducta a extinguir, un problema a solventar en el presente, se legisla para resolverse en el futuro. ¿Cómo? Enseñando a niños y jóvenes. ¿Por ventura podemos creer que la sola promulgación de una ley y la incorporación de cursos en el currículo cambiará el escenario a corregirse? Además de detectar un cierto humus a pensamiento mágico, lo clamoroso es que en el presente no se atiende ni se enfrenta el problema. Todo sigue igual a nivel social. Eso sí, se quiere que las escuelas cabalguen –sin aliento ni protección– contracorriente.

¿Es posible mirar la secundaria entendiendo que sus estudiantes son primero adolescentes o en vías de serlo? En educación se ha olvidado que las características de los períodos evolutivos por los que atraviesa un niño tienen una razón de ser de cara al camino hacia, a condición de que se las conozca y se les ponga en valor. En la adolescencia, la capacidad de abstracción les permite manejar conceptos de diversa índole; descubre que es él el origen de sus pensamientos, emociones y quereres; tiene ideales grandes, es colaborativo. El poner en valor estas capacidades debería ser tarea ordinaria en una escuela, que aprecia y confirma los talentos personales y sociales de sus estudiantes.

Para dedicarse con sosiego y pertinencia a poner en valor cada edad cronológica, la secundaria no debería ser apremiada ni urgida por lo útil, lo cuantitativo, ni ser utilizada como cauce por el cual fluyan los prototipos de ciudadanos a formar: consumidores o contribuyentes.

Tres sugerencias últimas para secundaria:

a) dar autonomía efectiva a las escuelas;

b) buscar su propia identidad; y

c) apostar por un sexto grado.

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