El enemigo del éxito no es el fracaso sino el conformismo

De los fracasos las personas pueden superarse y no volver a reincidir, han aprendido de los errores que los llevaron a no realizar bien las cosas, algunas veces la falta de experiencia, invertir sin prever el resultado, el apresurarse a las cosas y no ser paciente, no saber escuchar los buenos consejos, creer que se sabe mucho y a la hora de la hora los resultados son negativos. No solo en el orden económico sino en todo aspecto, personal, familiar, laboral, educativo, social, político, económico, por no saber pensar bien o algunas veces las personas confían en otras y viene la deslealtad, el engaño, el aprovechamiento, por eso hay que pensar y repensar para tener el mínimo de riesgos.

En cambio, el conformismo es un sentimiento que invade la mente y no te permite progresar, obnubila el pensamiento, no das para atrás ni adelante, resta las capacidades, la voluntad, actitudes, la competencia, el ser igual o mejor que otras personas, no escuchas a nadie; al contrario, piensas que las personas están en contra tuya, cuando es todo lo contrario, ni las palabras conmueven a las personas, es como aceptarse, así como son, se conforman con migajas, se sienten derrotados antes de comenzar a ejecutar los proyectos, objetivos, fines, que se han propuesto, se sienten vacíos, menos que otras personas. Hay que tener en cuenta que algunas veces existe un referente dentro del seno familiar que les inculcó esas actitudes frente a la vida o fueron dañados emocionalmente y no tuvieron las herramientas necesarias para seguir adelante.

Recuerdo que conocí a un adolescente que se llama Álex, que creció y vivió en las calles por muchos años y me dijo en una oportunidad que quería ser el mejor delincuente y yo le dije que lo que deseaba ser solamente lo iba a conducir al fracaso y al conformismo, con las consecuencias de ser privado de su libertad o perder la vida en cualesquiera circunstancias o afectarle la salud para siempre. Es lógico que pensara así, el padre era un borracho y delincuente, lo botó a temprana edad de la casa, junto con su madre que lo abandonó y nunca supo quién era su madre hasta ser adulto, porque le habían dicho que ella vivía y sentía la necesidad de conocerla hasta que la conoció, pero los lazos afectivos ya estaban definidos, pero al menos pudo conversar con ella y encontrar respuestas que estaban incontestadas. Percibí una luz en el interior de este joven, que en el fondo no quería continuar esa vida, no sabía cómo, le faltaba las oportunidades, juntos con mi señora lo matriculamos para que estudiara la secundaria, le sacamos su partida de nacimiento, el documento nacional de identidad y al concluir sus estudios secundarios, le preguntamos si deseaba estudiar una profesión, dijo que sí, le encantaría ser psicólogo, postuló a la universidad, ingresó con beca integral, nunca desaprobó ningún curso, se graduó, estudió maestría, enseña en la universidad y realiza consulta asistencial y ayuda a otros jóvenes, que han pasado experiencias parecidas con mucho éxito.
El éxito no tiene ninguna relación con el conformismo, los logros están dentro de ti, en las oportunidades que se presentan en la vida y si no las tienes, las buscas, pides ayuda, la perseverancia, vehemencia de lograr ser algo bueno en la vida, en cualquier etapa del desarrollo es gratificante, porque permite crecer espiritualmente y darles el valor a las personas y ubicarlas en el lugar que les corresponde.

Quiero concluir de la siguiente manera: “Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante y la vida en realidad es una calle de sentido único”.

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