El error político de cambiar el nombre del Parque de la Cultura

A lo largo de la historia, muchos líderes y autoridades han cometido errores políticos que han terminado perjudicando sus proyectos.
La política, como praxis, implica la posibilidad de negociar, llegar a acuerdos y evitar enfrentamientos gratuitos o innecesarios, pues lo mínimo que cualquier gestión necesita para lograr sus objetivos es estabilidad.
Es por eso por lo que resulta extraño y hasta anecdótico, el que el alcalde de Lima haya entrado en controversia con el Partido Aprista luego de que se aprobara una ordenanza municipal para cambiar el nombre del Parque de la Cultura, en honor a Luis Alberto Sánchez, ilustre peruano y político aprista, que marcó una época de la intelectualidad y la cultura peruana, por el del exalcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio; lo que también implicaría reemplazar el busto del intelectual, que actualmente se encuentra ahí.
Este parque se ubica frente a la Casona de San Marcos, donde Luis Alberto Sánchez fue rector tres veces y, curiosamente, fue inaugurado por el exalcalde de Lima Luis Castañeda Lossio, luego de que el Banco de la Nación donara el terreno para la gesta de un espacio público a cargo de la Municipalidad de Lima, durante el segundo gobierno aprista.

Ante esto, la dirigencia aprista remitió una carta al burgomaestre, la cual fue difundida por redes sociales, en donde le solicitan que no cambie el nombre del parque, pues se llama de la Cultura en honor a un peruano ilustre como Luis Alberto Sánchez, algo que incluso fue iniciativa del mismo Castañeda Lossio. Además, aseguran que para rendirle homenaje al exalcalde existen muchos otros espacios públicos en la capital.
La respuesta a esta carta no fue satisfactoria para el APRA e incluso algunos dirigentes comentaron que fueron bloqueados de las redes sociales del alcalde, por lo cual han venido realizando protestas y actos políticos a fin de que se revierta la ordenanza.
Más allá del innegable legado de Luis Alberto Sánchez para la cultura peruana, esta confrontación, iniciada por la Municipalidad de Lima, es un error estratégico del alcalde, pues, además de abrirse un frente de confrontación innecesario con el Partido Aprista, que votó por él en las últimas elecciones municipales, le da herramientas al APRA para posicionarse en detrimento de Renovación Popular.
Son varios los factores por los que la ordenanza para cambiar el nombre al parque ha sido una mala idea.
Primero el simbólico y comunicacional. Cambiar el nombre de la Cultura, en honor a Luis Alberto Sánchez, luego de su inmensa contribución a la cultura, por el que fuera, es algo que suele verse mal, y contribuye a reforzar ideas con las que sus enemigos atacan a Renovación Popular y a su dirigencia, como la de que son personas que están en contra de la cultura, algo de lo que se suele acusar a los partidarios de la “derecha”.
Desde esta perspectiva, se pueden encontrar comentarios de militantes apristas que acusan al burgomaestre de ser de “derecha”, por lo cual se puede asumir que el APRA viene buscando posicionarse al centro del espectro político y se perfila como posible oposición política del actual gobierno.
El mensaje que parece querer proyectar el APRA, desde su narrativa, es más o menos que ellos no son la “derecha empresarial anticultura” que gobierna Lima ni la “izquierda fratricida y criminal” que llevó a Castillo al poder, que ahora, en una alianza velada, permiten la permanencia de Boluarte en el cargo.
Además, le da al Partido Aprista un caballito de batalla, una razón para activarse política y ciudadanamente, a pesar de no contar con representación electa para cargos públicos.
Algo que el alcalde debería considerar, pues si bien el Partido Aprista no tiene la fuerza que tuvo hace algunos años, la historia del Perú ha demostrado que son un elemento determinante al momento de encauzar políticamente al país.
Y debería tenerlo claro, pues en la lucha cívico-política-institucional contra el gobierno de desintegración nacional de Pedro Castillo, que luchamos muchos peruanos desde distintas trincheras, y en la cual por momentos el actual alcalde participó, siempre estuvo presente el Partido Aprista Peruano, contando con heridos y detenidos en las múltiples protestas, a las que nunca faltaron.
Lo recomendable para el alcalde sería no pelear gratuitamente con el APRA, aunque eso implicaría el tener que retroceder, algo que, probablemente, no le estén recomendando sus asesores.

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