El faro en la cancillería…
La población siempre busca alguna luz al final de cualquier túnel por más oscuridad que exista en éste.
Nuestra percepción sigue mostrándonos un desorden institucional que destruye la autoridad moral en las más altas esferas del Estado.
No importa quienes ganen o pierdan en la lucha absurda que se ha desatado entre bandos que actúan en la penumbra para hacerse del control de las principales instituciones públicas, especialmente de las que configuran el sistema de justicia, porque una fuerza material así adquirida, sin el sustento de una fuerza moral que la legitime está destinada a su propia destrucción.
Discutimos, y con razón, sobre la legalidad y moralidad de los actos de gobierno traducidos en contratos lesivos al interés público o acuerdos procesales con representantes de empresas líderes en corrupción para que sigan operando bajo otras denominaciones, teniendo como telón de fondo una génesis delictiva que el sistema de justicia no define a pesar del tiempo transcurrido que llega a superar los diez años, llevando cada expediente judicial y cada carpeta fiscal al paso de una tortuga coja. Hay casos muy notorios en que las investigaciones muestran un sesgo de favoritismo inaceptable, dirigido a una impunidad repulsiva con tratamientos diferenciados, severos con los unos y blandengues con los otros. Sus razones tendrán, pero éstas no son las de la población.
Sin embargo, algo hay que rescatar cuando merece reconocimiento.
La severidad en la respuesta del Ejecutivo contra los agitadores que manipulan a la población en el Cusco provocando el desprestigio internacional que aleja el turismo hacia nuestra maravilla mundial, únicamente porque se resisten al control y transparencia que siempre debió existir en los tratos y contratos entre turistas y operadores locales, cosa que hoy se logra implantando sistemas tecnológicos propios de la era digital. Secuestraron de facto a cientos de turistas, bloquearon vías y paralizaron el transporte provocando millonarias pérdidas a todo el Perú. Al parecer, la respuesta gubernamental los ha hecho retroceder.
Se ha publicado que Las Bambas ha iniciado los trabajos de acondicionamiento de un gran centro de explotación a tajo abierto en Cotabambas cuya noticia alienta.
Pero hay dos acciones de la Cancillería que provoca nuestro reconocimiento. La primera está referida al rechazo de los actos dictatoriales de Maduro en Venezuela para sacar del escenario electoral en ese país a la contrincante Corina Machado, con lo cual recién percibimos que nuestro país se aleja de tan nefasta influencia ideológica y política.
La segunda, es el lanzamiento del programa “Todos somos Apec” invitando a la población a participar a través de una página web. Sería necio no reconocer que Apec representa un mercado tan gigantesco y que nuestra ubicación geoestratégica es ideal para convertirnos en la zona de ingreso y salida de mercaderías desde toda la región, y, como la reunión de los líderes de todos los países que la integran será en el Perú, los agentes económicos y sociales deben intervenir activamente porque todos ganamos.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
