¿El fraude electoral seguirá en marcha?

Algo grave nos ocurre, que constantemente corrompe y destruye el Estado, desacreditando a toda nuestra población. Necesitamos ser conscientes de que durante este quinquenio ha gobernado nuestro país un jefe de Estado muy ligado al comunismo —incluso a Sendero Luminoso— cuyo triunfo espurio fue validado por el entonces presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el comunista Jorge Luis Salas Arenas, evitando contrastar centenares de miles de firmas falsas detectadas por una amplia comisión de notables presidida por Lourdes Flores Nano, impecable política de incuestionables antecedentes democráticos.
En medio del recuerdo de aquellos infames comicios, resulta que el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) ha identificado más de 300 mil firmas falseadas en los padrones de afiliación de varios partidos políticos que se aprestan a participar nada menos que en las elecciones de abril de 2026. De las 43 agrupaciones habilitadas para competir en dicho proceso electoral, 32 de ellas han sido observadas por presentar irregularidades en sus registros correspondientes a inscripciones fraguadas de supuestos integrantes de cada partido, cuyas firmas han sido falsificadas, de acuerdo al Reniec.
Este ente ha utilizado un proceso de verificación que compara las firmas registradas en las fichas de afiliación de cada individuo con las que obran en su actual base de datos. Si hay una coincidencia razonable, la firma es considerada válida; de lo contrario, esta se declara inválida. Además, se han reportado ejemplos en los que múltiples firmas fueron realizadas por un mismo “puño gráfico”, clara señal de una posible falsificación masiva. Este escándalo ha generado una gran duda generalizada sobre los procesos de afiliación convalidados por el JNE, hasta entonces presidido por el comunista Salas Arenas; aquel sujeto que —aunque no lo crea— todavía funge de vocal supremo, no obstante haber orquestado el chanchullo que llevó a elegir a Pedro Castillo, convalidando varios millones de firmas falsas durante el proceso que culminó destrozando los cimientos de nuestra democracia y el Estado de derecho.
Entre los partidos validados por el JNE existen nuevas agrupaciones que inician su función corrompiendo —porque engañando se corrompe—, por tanto, viciando el proceso electoral del año entrante. Entre ellas aparecen Ciudadanos por el Perú (Nicanor Boluarte), Demócrata Verde (Alex González), Primero la Gente (Miguel del Castillo), Perú Primero (Martín Vizcarra), Voces del Pueblo (Guillermo Bermejo), Ahora Nación (Alfonso López Chau). ¡No obstante, todos acabaron convalidados por Salas Arenas! ¿Cuál es el mensaje que deja este comunista Salas Arenas? “¡Todo vale para ganar!”, tal como hizo con Castillo.
El flamante presidente del JNE, Roberto Burneo Bermejo, juez supremo unánimemente electo por la Sala Plena de la Corte Suprema del Poder Judicial para conducir el JNE los próximos cuatro años, está OBLIGADO a anular aquellas inscripciones y separar de la contienda a los partidos involucrados en este intolerable tejemaneje, dirigido a trampear el resultado electoral del año 2026 y, consecuentemente, a defraudar a la sociedad peruana presentándola —frente a la opinión internacional— como una comunidad de farsantes, petardistas y embaucadores.
¡El flamante presidente del JNE tiene la palabra!

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