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El golpismo nos arruinará

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Fecha Publicación: 16/12/2019 - 22:20
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Soslayando sospechosos vínculos con la corrupción, evaluemos tres recientes casos de despotismo que transpira el régimen imperial de Vizcarra.

1) Nos administra un gobernante golpista; por tanto inconstitucional. Una regencia autocrática que manda por la fuerza fáctica de sus orígenes –clausurar el Congreso pretextando una causal que jamás existió- y dirige las riendas del Estado embravecida por una canalla progre estimulada, a su vez, por una prensa vendida al oficialismo. Desde que Vizcarra cerró el Congreso –apenas dos meses y medio atrás- su régimen ha emitido alrededor de una treintena de decretos de urgencia. El vizcarrismo ni siquiera ha explicado a la ciudadanía de qué se tratan. Es el precio del oscurantismo que generan los gobiernos mandones. Decretazos nada menos que como aquel que aprueba del Presupuesto Nacional, respecto al cual –insistimos- Vizcarra ni la juvenil ministra de Economía han explicado en qué consiste. Lo que sí ha trascendido es que, cual emperador, Vizcarra decidió incrementar la partida de asesorías a alrededor de S/ 2,300 millones. Semejante escándalo para una nación pobre y, además, con una exagerada burocracia que supera 1’300,000 ciudadanos dizque trabajando por cuenta del contribuyente. Tampoco se conoce a cuánto ascenderá el rubro publicidad estatal. Hasta este año, la corruptela superaba S/1,300 millones anuales. Asimismo el jerarca Vizcarra emitió otro ucase que derrocha su dinero, amigo lector, para... promocionar el cine. Pero, ¿acaso el cine es un asunto de “urgencia”, como se le llama a ese decreto que lo beneficia? ¿Cuántas otras corruptelas de esta calaña dispondrá el régimen golpista?

2) Recién iniciado el régimen humalista, Martín Bustamante Lossio fue noticia en todos los medios durante año y medio. La fiscalía lo persiguió por varios casos. Finalmente lo metió preso –prisión preventiva, le llaman- durante cinco años por el affaire Antalsis. Por más sospechoso que pudiese ser este ciudadano, ¿cómo es posible que la prensa oficialista -que jura defender los derechos humanos- no haya protestado por tamaño abuso perpetrado por la fiscalía y algún juez, poniendo tras las rejas durante todo un lustro a quien ni siquiera ha sido acusado formalmente; mucho menos juzgado y, por cierto, jamás sentenciado? Es más, la fiscalía fascista que ha engendrado el golpismo de Vizcarra exigía al Poder Judicial ampliar la detención provisional de Bustamante por doce meses más. La Gestapo se queda chica frente a los actuales fiscales peruanos.

3) En medio de una fenomenal crisis hospitalaria existente; ignorando la urgencia de contar con sistemas de Inteligencia para contrarrestar este tsunami de inseguridad pública, y fuera del desastre que aguantamos como sistema educativo –consecuencia principalmente de una limitación de presupuesto- el vizcarrismo se solazó derrochando US$1,500 millones en los Juegos Panamericanos. Pasados los efluvios de la petulante entrega de premios por el golpista Vizcarra, hoy, mediante simple decreto de urgencia, el oficialismo pretende cambiar las condiciones de adjudicación en propiedad de este costosísimo patrimonio inmobiliario, cuyos destinatarios originales son los ministerios de Educación (el IPD) y los sectores Cultura y Vivienda. ¿Qué habrá detrás de esta sospechosísima jugarreta impulsada por gente amiga del golpista Vizcarra?