El gusano de Guinea
En 1986, el gusano de Guinea, una enfermedad que ataca a los intestinos, en los cuales pueden crecer parásitos de hasta un metro de largo y que se contrae al beber agua sucia y contaminada, infectó a 3.5 millones de personas en el mundo en 20 países, 17 africanos y tres asiáticos.
El año pasado, 2022, gracias al esfuerzo de la comunidad local e internacional, en especial del Centro Carter, solo hubo 13 casos humanos de la enfermedad, todos ellos en el África subsahariana, seis en Chad, cinco en Sudán del Sur, uno en Etiopía y uno en la República Centroafricana.
El gusano se incuba en las personas hasta por un año antes de emerger dolorosamente, generalmente a través de los pies u otras partes sensibles del cuerpo a través de heridas ulcerosas, dando a los enfermos un aspecto monstruoso. Las personas quedan incapacitadas durante semanas o meses. Afecta a comunidades rurales, que para beber dependen principalmente de fuentes superficiales abiertas en las que el agua se estanca, en charcas o estanques. La fase final de erradicación será compleja, pero cosa de sólo unos años, de tal suerte que el gusano de Guinea será la segunda enfermedad erradicada del mundo junto a la viruela.
Sólo hay una forma de prevenir esta terrible enfermedad: la capacitación de las personas y la creación de las condiciones mínimas para filtrar y beber agua limpia. Ello, por cierto, es difícil en una región muy pobre y vulnerable como el África Subsahariana, en donde, además, hay conflictos latentes y actuantes que hacen aún más ardua esa gran tarea, pues impiden la visita domiciliaria que ha demostrado ser una de las claves de la campaña de disminución de casos.
El símbolo de la medicina es el de una vara con una serpiente enrollada. Se ha afirmado que este alude al procedimiento ancestral aún vigente por medio del cual el enfermo o quienes lo atienden pueden extraer el gusano del cuerpo enrollándolo en un proceso que dura meses, al cual debe seguir otro igualmente largo hasta que el infectado pueda volver a sus actividades.
El gusano de Guinea es una de esas enfermedades de pobres que casi no se conocen fuera de sus ámbitos vulnerables. Es un gran éxito la lucha contra su erradicación. Sin embargo y sólo como un ejemplo entre muchos, tenemos la lepra que sigue presente en más de 120 países con 200 mil casos nuevos por año.
Celebremos este avance en el África, que es también nuestro. Porque el dengue, la chikungunya, la malaria, la uta, la rabia, el carbunco, la leptospirosis, el Ofidismo la tuberculosis… nos siguen azotando.
Jorge.alania@gmail.com
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